Noticia del 12 de Mayo del 2009
La Audiencia juzga hoy a un joven esquizofrénico al que la Policía encontró archivos de pornografía infantil en su ordenador
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Burgos afronta hoy su segundo juicio por pornografía infantil en 15 días. Ambos casos fueron destapados en 2007, aunque poco parecen tener en común salvo el año y la tipología del delito.
Abdelkader Ayachine fue condenado a 5 años de prisión por tener en una carpeta que compartía con otros usuarios de internet 24 imágenes y vídeos de sexo explícito con niños muy pequeños como protagonistas. El presunto islamista ya había sido condenado por homicidio y maltrato familiar, además de tener otras causas abiertas.
En los antípodas del argelino se encuentra D., un estudiante de 25 años y con una hoja de antecedentes inmaculada, implicado por la Brigada de Investigación Tecnológica del Cuerpo Nacional de Policía en una operación contra la pedofilia en internet, iniciada en Madrid en septiembre de 2006.
Supuestamente, el acusado descargó un archivo con el nombre «pedofilia pesada 10 años», que la Policía halló en un CD. Dentro de una misma carpeta, bajo el título ‘Porno’, había -según el Ministerio Público- otros 9 vídeos e imágenes de menores de edad. La Fiscalía reclama para él una condena de 3 años de prisión por distribuir material pornográfico con menores de edad, al entender que como usuario de una red P2P (E Donkey), tenía conocimiento de «que la descarga de los archivos en sus equipos supone compartir la información suministrada, con el resto de usuarios y la difusión de los mismos, con un número indefinido» de personas.
No obstante, le aplica la eximente incompleta de alteración psíquica por padecer «una esquizofrenia de tipo indiferenciado, además de un trastorno de personalidad, que afecta de forma parcial, intermedia, a los fundamentos de la imputabilidad», apostilla.
Por contra, la defensa del procesado sostiene que no debe entenderse el contenido de las redes de intercambio de archivos como ilícito, puesto que «hay mucha gente que accede a ellas como D., para... conocer gente, relacionarse a modo de buscador de datos y otros fines», explica la abogada del joven en su escrito de calificaciones previas.
Sostiene que la discapacidad psíquica que padece su cliente impide acreditar que existiese una intención maliciosa o que conociese la inmoralidad de su conducta, que él desconocía, sino que se descargó esas imágenes «guiado por la curiosidad» y debido a su pobreza de pensamiento y a sus dificultades para relacionarse con otras personas de su edad.
http://www.diariodeburgos.es/noticia.cfm/Local/20090512/enfermo/pervertido/3161E23B-1A64-968D-59DC034F1C5F5D3D
La Audiencia juzga hoy a un joven esquizofrénico al que la Policía encontró archivos de pornografía infantil en su ordenador
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Burgos afronta hoy su segundo juicio por pornografía infantil en 15 días. Ambos casos fueron destapados en 2007, aunque poco parecen tener en común salvo el año y la tipología del delito.
Abdelkader Ayachine fue condenado a 5 años de prisión por tener en una carpeta que compartía con otros usuarios de internet 24 imágenes y vídeos de sexo explícito con niños muy pequeños como protagonistas. El presunto islamista ya había sido condenado por homicidio y maltrato familiar, además de tener otras causas abiertas.
En los antípodas del argelino se encuentra D., un estudiante de 25 años y con una hoja de antecedentes inmaculada, implicado por la Brigada de Investigación Tecnológica del Cuerpo Nacional de Policía en una operación contra la pedofilia en internet, iniciada en Madrid en septiembre de 2006.
Supuestamente, el acusado descargó un archivo con el nombre «pedofilia pesada 10 años», que la Policía halló en un CD. Dentro de una misma carpeta, bajo el título ‘Porno’, había -según el Ministerio Público- otros 9 vídeos e imágenes de menores de edad. La Fiscalía reclama para él una condena de 3 años de prisión por distribuir material pornográfico con menores de edad, al entender que como usuario de una red P2P (E Donkey), tenía conocimiento de «que la descarga de los archivos en sus equipos supone compartir la información suministrada, con el resto de usuarios y la difusión de los mismos, con un número indefinido» de personas.
No obstante, le aplica la eximente incompleta de alteración psíquica por padecer «una esquizofrenia de tipo indiferenciado, además de un trastorno de personalidad, que afecta de forma parcial, intermedia, a los fundamentos de la imputabilidad», apostilla.
Por contra, la defensa del procesado sostiene que no debe entenderse el contenido de las redes de intercambio de archivos como ilícito, puesto que «hay mucha gente que accede a ellas como D., para... conocer gente, relacionarse a modo de buscador de datos y otros fines», explica la abogada del joven en su escrito de calificaciones previas.
Sostiene que la discapacidad psíquica que padece su cliente impide acreditar que existiese una intención maliciosa o que conociese la inmoralidad de su conducta, que él desconocía, sino que se descargó esas imágenes «guiado por la curiosidad» y debido a su pobreza de pensamiento y a sus dificultades para relacionarse con otras personas de su edad.
http://www.diariodeburgos.es/noticia.cfm/Local/20090512/enfermo/pervertido/3161E23B-1A64-968D-59DC034F1C5F5D3D
La tesis del fiscal es una falacia. Lo peor es que el juez crea las mentiras técnicas del fiscal.
ResponderEliminarNo estoy conforme. Contamos con excelentes fiscales en España que deben actuar en base a la legislación actual en España, y te aseguro que eso no es fácil.
ResponderEliminarDe todos modos siempre influirán factores subjetivos como la educación del fiscal, su experiencia, los medois de comunicación que visualiza ese mismo fiscal...y ese conjuntos de factores harán que sea más o menos duro. Y esto mismo tb se aplica a los jueces, la imparcialidad absoluta no existe.
Otra cosa es que haya fiscales que sean más duros con ciertos temas o "peores trabajadores", como en cualquier profesión siempre te encontrarás mejores y peores trabajadores.
Pero insisto que contamos con excelentes fiscales.