Noticia del 13 de Mayo del 2009
"Mañana me vas a hacer una sesión de verdad. Si no, enviaré las fotos y los vídeos que tengo de ti a todos tus contactos". Ese fue el mensaje que un ciberacosador envió a una menor catalana de 15 años para obligarla a realizar ante el ordenador exhibiciones sexuales degradantes como masturbaciones o introducción de objetos en la vagina. El perturbado logró con amenazas que la chica efectuara ante la webcam prácticas pornográficas con un primo menor que ella.
El acoso sufrido por esta joven, investigado por un juzgado de Mataró, es solo una de las múltiples expresiones de un fenómeno en plena expansión: el cibercrimen. Durante el 2008, la Fiscalía de Barcelona tramitó 140 delitos on line, mientras que el 2007 la cifra fue de medio centenar. La intensidad del crecimiento se ha acelerado este año, en el que los cuatro primeros meses ya se han despachado en la fiscalía 70 casos, la mitad de los del 2008.
"Todos los delitos del Código Penal tienen su reflejo en internet", explica Jordi Domènech, jefe de la Unidad de Delitos Informáticos de los Mossos. En su opinión, el incremento de denuncias obedece "al uso creciente de internet acelerado por las redes sociales y a que mucha gente ha tomado conciencia de que si es acosada on line puede acudir a la policía". El magistrado Daniel de Alfonso sostiene que un problema es que internet carece de fronteras. Esta transnacionalidad desemboca en comisiones rogatorias a otros países, lo que demora la investigación. "Por ello es precisa una cooperación interpolicial ágil", indica.
MAYOR ACCESO A LA RED
José Ernesto Fernández, el fiscal de delitos tecnológicos de la Fiscalía de Barcelona, subraya que "el gran delito informático es, con diferencia, el relacionado con la pornografía infantil". Este representa el 55% de los casos registrados en Barcelona y está seguido, a distancia, por los de phishing --robar las claves y hacer transferencias bancarias sin consentimiento--, que suponen el 22%, el descubrimiento de secretos (9%), los delitos relacionados con la propiedad intelectual (4,16%), las injurias (3,3%), las coacciones (2,5%) y los daños a personas o equipos informáticos (1,66%). En su opinión, este crecimiento se debe "a la falta de concienciación de los usuarios y a un mayor acceso a la red".
"Mañana me vas a hacer una sesión de verdad. Si no, enviaré las fotos y los vídeos que tengo de ti a todos tus contactos". Ese fue el mensaje que un ciberacosador envió a una menor catalana de 15 años para obligarla a realizar ante el ordenador exhibiciones sexuales degradantes como masturbaciones o introducción de objetos en la vagina. El perturbado logró con amenazas que la chica efectuara ante la webcam prácticas pornográficas con un primo menor que ella.
El acoso sufrido por esta joven, investigado por un juzgado de Mataró, es solo una de las múltiples expresiones de un fenómeno en plena expansión: el cibercrimen. Durante el 2008, la Fiscalía de Barcelona tramitó 140 delitos on line, mientras que el 2007 la cifra fue de medio centenar. La intensidad del crecimiento se ha acelerado este año, en el que los cuatro primeros meses ya se han despachado en la fiscalía 70 casos, la mitad de los del 2008.
"Todos los delitos del Código Penal tienen su reflejo en internet", explica Jordi Domènech, jefe de la Unidad de Delitos Informáticos de los Mossos. En su opinión, el incremento de denuncias obedece "al uso creciente de internet acelerado por las redes sociales y a que mucha gente ha tomado conciencia de que si es acosada on line puede acudir a la policía". El magistrado Daniel de Alfonso sostiene que un problema es que internet carece de fronteras. Esta transnacionalidad desemboca en comisiones rogatorias a otros países, lo que demora la investigación. "Por ello es precisa una cooperación interpolicial ágil", indica.
MAYOR ACCESO A LA RED
José Ernesto Fernández, el fiscal de delitos tecnológicos de la Fiscalía de Barcelona, subraya que "el gran delito informático es, con diferencia, el relacionado con la pornografía infantil". Este representa el 55% de los casos registrados en Barcelona y está seguido, a distancia, por los de phishing --robar las claves y hacer transferencias bancarias sin consentimiento--, que suponen el 22%, el descubrimiento de secretos (9%), los delitos relacionados con la propiedad intelectual (4,16%), las injurias (3,3%), las coacciones (2,5%) y los daños a personas o equipos informáticos (1,66%). En su opinión, este crecimiento se debe "a la falta de concienciación de los usuarios y a un mayor acceso a la red".
A este fiscal le preocupa el incremento del delito relacionado con el acoso sexual a menores en internet, también conocido como grooming. "La mayoría de casos de ciberacoso están relacionados con hostigamiento sexual a menores", explica, y precisa que el objetivo es chantajear a una menor para lograr que lleve a cabo acciones sexuales ante la webcam que el acosador graba y, muchas veces, distribuye por internet. Estas acciones son constitutivas de un delito de pornografía infantil. El fiscal deja además un inquietante aviso: "Creemos que hay muchos más menores acosados que no denuncian".
CHANTAJE SILENCIADO
Fernández ha constatado como "muchos niños que sufren ciberacoso no se lo dicen a sus padres por vergüenza". Además, en ocasiones, los ciberacosadores no cejan en su hostigamiento ni cuando la menor ya ha hablado con sus progenitores. "En un caso que investigamos, cuando el padre se conectó y empezó a chatear con el acosador exigiéndole que parara, este pasó a chantajear a él pidiéndole miles de euros por no difundir imágenes de la niña", cuenta.
"Los padres no se imaginan lo extendido que está el ciberacoso", dice Benjamín Blanco, el jefe de Investigaciones Tecnológicas del Cuerpo Nacional de Policía. Eso lo ha constatado en sus investigaciones y, sobre todo, en las charlas que da en colegios e institutos alertando a niños y padres de los riesgos de internet. "Pedí que levantaran la mano aquellos chicos que se habían sentido acosados alguna vez en internet. Una mayoría alzó el brazo", explica. Y destaca el perfil del acosador: "Son muy pacientes. Pueden estar seis meses fingiendo ser un menor y conversando de temas triviales para ganar la confianza de la víctima".
"Los acosadores van sonsacando datos personales hasta saber la escuela y el domicilio de la víctima", relata este policía. A veces, las primeras fotos desnudas las logran simulando un juego o un casting de modelos. Las siguientes se obtienen ya bajo amenaza. La mayoría de casos de ciberacoso se dan mediante el Messenger, aunque se prevé un aumento en soportes como las redes sociales, como Facebook y Tuenti.
FÁCILMENTE MANIPULABLES "
A los 13 años, una menor es muy manejable y enamoradiza. Un adulto puede manipularla como quiere y eso es lo que hacen esos acosadores", cuenta Juan Manuel Romero, vicepresidente de Adicciones Digitales, una entidad que estudia y ofrece charlas sobre riesgos en internet. "Muchas veces todo empieza con la frase 'qué sujetador tan bonito. ¿Me enseñas la tira?' y acaba obligando a la menor a todo tipo de humillaciones", asegura Romero, que insiste en que el problema "está en la falta de concienciación ante ese riesgo de los padres".
Santiago Juan Fernández Llebrez, fiscal de criminalidad informática de Málaga, radiografía el problema: "Los padres no conocen internet y los niños han aprendido ellos solos y no son conscientes de los peligros. Ponemos puertas blindadas, filtros en el agua y en el aire; en cambio, usamos internet sin protección".
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=611930&idseccio_PK=1012
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