Artículo del 23 de Mayo del 2009
Uno de los atractivos de Internet es el potencial que ofrece para ampliar el círculo social de la persona que lo usa. Debido al crecimiento de este medio, existe un interés generalizado por parte de muchos profesionales por encontrar la forma de crear políticas y medidas de seguridad, especialmente para proteger adecuadamente a los menores. Dejar que un menor navegue libremente por Internet equivale a permitirle que ande libremente por la calle. Mientras que muchos padres no accederían a dejar a sus hijos solos por la calle, sí permiten que día a día naveguen por Internet sin la tutela necesaria.
Un estudio realizado sobre el tema por David Finkelhor y colegas —bajo la supervisión de la Universidad de New Hampshire, en EEUU— definió el 'acoso sexual' como una petición para participar en actividades sexuales, en conversaciones de índole sexual, o para ofrecer información sexual no deseada... O que, independientemente de que fuera deseada o no, era realizada por parte de un adulto hacia un menor. Para distinguirlos de incidentes potencialmente más serios, se formuló una categoría, la del acoso sexual agresivo. Este sería aquel en el cual la persona que realizaba la petición sexual había intentado tener contacto con el menor más allá de Internet.
Para llevar a cabo este estudio, durante seis meses, los investigadores se dedicaron a concertar entrevistas telefónicas con 1.501 menores, de edades comprendidas entre los 10 y los 17 años. El 53% eran chicos, y el 47% eran chicas. Se trataba de chicos que habían utilizado Internet regularmente (por lo menos una vez al mes durante el semestre anterior) a través de un ordenador en casa, el colegio, la biblioteca, en casa de otra persona o en algún sitio distinto.
Los resultados muestran lo siguiente. El 19% de los menores entrevistados (286 de 2501) experimentó por lo menos un incidente de acoso sexual mientras utilizaba Internet en los doce meses anteriores. Un 3% de los menores informaron de que el acoso había sido agresivo. Desafortunadamente, tan sólo el 10% de los incidentes de acoso sexual habían sido denunciados a la policía, a algún servidor en la red o a alguna otra autoridad. Además, la mayoría de los padres (69%) y de los jóvenes (76%) no estaban informados con respecto a los lugares donde se pueden denunciar este tipo de incidentes. En España para denunciar se puede contactar con la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía, a través del siguiente correo electrónico: denuncias.pornografia.infantil@policia.es y el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.
La aflicción como resultado del acoso sexual on-line resultó ser más común entre los menores de edades comprendidas entre los 10 y los 13 años. Asimismo se veían muy afectados aquellos que habían sufrido algún tipo de acoso sexual agresivo o si éste había ocurrido mientras utilizaban el ordenador en una casa que no fuese la suya. Quizás porque esto podía hacer que el menor se sintiera más vulnerable, o potencialmente más avergonzado, debido a que otros podían enterarse. Tal vez se sentían culpables porque en su casa no tenían permitido el libre acceso a Internet.
El acoso sexual a través de la red tiene elementos que producen tanto preocupación como un margen para el optimismo. Entre los resultados positivos estaba el hecho de que ninguno de los menores entrevistados había sido víctima de abuso sexual como resultado de sus contactos virtuales. Eso no quiere decir que ese tipo de abuso no ocurra, sino que tales eventos son probablemente menos comunes que otros, tales como el abuso sexual intrafamiliar o por parte de personas del entorno de la víctima, que tienden a revelarse en encuestas del mismo tamaño.
Entre los aspectos preocupantes, el estudio sugiere que un menor encuentra un número considerable de episodios ofensivos cuando navega en el ciberespacio, incluyendo incidentes agresivos cuando se intenta o se efectúa el contacto real. Muchos de estos encuentros amenazan con irrumpir en la vida real de los chavales y es necesario que éstos cuenten con la información y el apoyo necesario para minimizar el riesgo.
¿Sabrías qué hacer en caso de sufrir acoso sexual a través de Internet? ¿Qué medidas pueden tomar los padres para proteger a sus hijos de las situaciones de riesgo que se presentan por Internet? ¿Qué opinas de los resultados de este estudio? ¿Cuál es tu experiencia sobre este tema?
http://www.soitu.es/soitu/2009/05/19/sexo/1242744299_679084.html
Uno de los atractivos de Internet es el potencial que ofrece para ampliar el círculo social de la persona que lo usa. Debido al crecimiento de este medio, existe un interés generalizado por parte de muchos profesionales por encontrar la forma de crear políticas y medidas de seguridad, especialmente para proteger adecuadamente a los menores. Dejar que un menor navegue libremente por Internet equivale a permitirle que ande libremente por la calle. Mientras que muchos padres no accederían a dejar a sus hijos solos por la calle, sí permiten que día a día naveguen por Internet sin la tutela necesaria.
Un estudio realizado sobre el tema por David Finkelhor y colegas —bajo la supervisión de la Universidad de New Hampshire, en EEUU— definió el 'acoso sexual' como una petición para participar en actividades sexuales, en conversaciones de índole sexual, o para ofrecer información sexual no deseada... O que, independientemente de que fuera deseada o no, era realizada por parte de un adulto hacia un menor. Para distinguirlos de incidentes potencialmente más serios, se formuló una categoría, la del acoso sexual agresivo. Este sería aquel en el cual la persona que realizaba la petición sexual había intentado tener contacto con el menor más allá de Internet.
Para llevar a cabo este estudio, durante seis meses, los investigadores se dedicaron a concertar entrevistas telefónicas con 1.501 menores, de edades comprendidas entre los 10 y los 17 años. El 53% eran chicos, y el 47% eran chicas. Se trataba de chicos que habían utilizado Internet regularmente (por lo menos una vez al mes durante el semestre anterior) a través de un ordenador en casa, el colegio, la biblioteca, en casa de otra persona o en algún sitio distinto.
Los resultados muestran lo siguiente. El 19% de los menores entrevistados (286 de 2501) experimentó por lo menos un incidente de acoso sexual mientras utilizaba Internet en los doce meses anteriores. Un 3% de los menores informaron de que el acoso había sido agresivo. Desafortunadamente, tan sólo el 10% de los incidentes de acoso sexual habían sido denunciados a la policía, a algún servidor en la red o a alguna otra autoridad. Además, la mayoría de los padres (69%) y de los jóvenes (76%) no estaban informados con respecto a los lugares donde se pueden denunciar este tipo de incidentes. En España para denunciar se puede contactar con la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía, a través del siguiente correo electrónico: denuncias.pornografia.infantil@policia.es y el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.
La aflicción como resultado del acoso sexual on-line resultó ser más común entre los menores de edades comprendidas entre los 10 y los 13 años. Asimismo se veían muy afectados aquellos que habían sufrido algún tipo de acoso sexual agresivo o si éste había ocurrido mientras utilizaban el ordenador en una casa que no fuese la suya. Quizás porque esto podía hacer que el menor se sintiera más vulnerable, o potencialmente más avergonzado, debido a que otros podían enterarse. Tal vez se sentían culpables porque en su casa no tenían permitido el libre acceso a Internet.
El acoso sexual a través de la red tiene elementos que producen tanto preocupación como un margen para el optimismo. Entre los resultados positivos estaba el hecho de que ninguno de los menores entrevistados había sido víctima de abuso sexual como resultado de sus contactos virtuales. Eso no quiere decir que ese tipo de abuso no ocurra, sino que tales eventos son probablemente menos comunes que otros, tales como el abuso sexual intrafamiliar o por parte de personas del entorno de la víctima, que tienden a revelarse en encuestas del mismo tamaño.
Entre los aspectos preocupantes, el estudio sugiere que un menor encuentra un número considerable de episodios ofensivos cuando navega en el ciberespacio, incluyendo incidentes agresivos cuando se intenta o se efectúa el contacto real. Muchos de estos encuentros amenazan con irrumpir en la vida real de los chavales y es necesario que éstos cuenten con la información y el apoyo necesario para minimizar el riesgo.
¿Sabrías qué hacer en caso de sufrir acoso sexual a través de Internet? ¿Qué medidas pueden tomar los padres para proteger a sus hijos de las situaciones de riesgo que se presentan por Internet? ¿Qué opinas de los resultados de este estudio? ¿Cuál es tu experiencia sobre este tema?
http://www.soitu.es/soitu/2009/05/19/sexo/1242744299_679084.html
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