lunes, 4 de mayo de 2009

ARTICULO: Sexting: ¿Pornografía infantil? (por Luis A. Perez)

Artículo del 4 de Mayo del 2009

A principios de este año, seis adolescentes menores de 18 años -tres niñas y tres niños-, originarios de Greensburg, Pennsylvania, fueron juzgados y sentenciados por delitos de pornografía infantil al descubrir un maestro de su escuela varias fotografías en las que aparecen desnudos y que intercambiaron entre ellos.

Pocas semanas después del incidente, la práctica del “sexting” (mandar fotografías con desnudos por celular) se convirtió en una epidemia en Estados Unidos, lo que llevó a las autoridades de varios estados de ese país a emitir un montón de disposiciones legales para penalizar esta práctica, incluidos varios delitos que van desde actos de obscenidad hasta pornografía infantil.

¡Peor el remedio que la enfermedad!
El escándalo que provocó el veredicto de los jueces, sobre todo por tratarse de un tema tan delicado como es la sexualidad entre menores y pornografía infantil, llevó a varios medios de comunicación de EU, como el Newsweek, Fox News y The New York Post, a cubrir la noticia con verdadero frenesí y amarillismo, afirmando Fox News que “sexting es la nueva locura en todo Estados Unidos entre niños y adolescentes de 11 a 17 años’, mientras que el New York Post incluyó en sus reportajes “evidencias” en forma de fotografías de las niñas con poca ropa.

Sin embargo, existen dudas de que realmente sea una práctica generalizada entre los niños y adolescentes, sobre todo porque las investigaciones y estudios sobre la incidencia del “sexting” son escasos, como las realizadas por The National Champaign to Prevent Teen and Unwanted Pregnancy y CosmoGirl, que reportan que el 22% de las niñas y 18% de los niños entrevistados declararon haber mandado por celular o subido a internet, fotografías en las que aparecen sin ropa aun cuando el 75% de ellos sabían de las consecuencias negativas de sus actos, porque consideran que tienen el dominio privado de sus celulares y equipos de sistemas y por ende el derecho de mandar fotografías y textos subidos de tono y con fuerte contenido sexual.

Lo que para la ley y justicia estadounidenses es pornografía lisa y llanamente, para los niños y adolescentes el “sexting” es considerado como una manera moderna y de alta tecnología de “ligar” y coquetear.

Ellos ven las imágenes de desnudos como una forma de expresión y representación de su juventud y no como un delito. Dos puntos de vista totalmente opuestos, afirma M.Gigi Durham en su libro “The Lolita Effect: the Media Sexualizacion of Young Girls and What We Can Do About it” (El Efecto Lolita: la Sexualización Mediática de las Jóvenes y Lo que Podemos Hacer Acerca de Esto).

Y es que en sitios de internet como Facebook y MySpace retacados de grupos como el de “I’ve Sent Naked Pictures of Myself Over the Phone” (He Mandado Fotos Desnudo Desde mi Celular), el intercambio de fotos comprometedoras y de contenido sexual es impresionante y cuando un menor recibe una de estas fotos, le da tentación de circularla y es cuando el verdadero problema comienza ya que una foto subida a la red sale del control de quien la manda y puede llegar a millones de personas, muchas de ellas pederastas y enfermas, o bien, a las autoridades en el mejor de los casos.

Hace unos días un jovencito de 14 años de Florida, fue sentenciado por delitos de pornografía como consecuencia de haber enviado a su compañera de clases una fotografía de sus genitales y cuando el Juez le pregunto por qué lo hizo, él respondió: “Porque estaba aburrido”.

Se habla mucho de si esta práctica ha migrado de Estados Unidos hacia Canadá y México y algunos creen que “sí, pero en menor grado”, opina Dana Boyko, detective del Departamento de Policía de Toronto, Canadá, quien mantiene estrecho contacto con jovencitas de entre 11 y 18 años.

En México, el “sexting” se practica entre los adolescentes, pero se ignora si con el mismo grado e intensidad que en Estados Unidos. El hecho de sentenciar a niños o adolescentes por “pornografía infantil” no remedia el problema, por el contrario, es un castigo severo e infame que tendrá implicaciones tremendas en su vida futura.

Se requiere del compromiso y cercanía de los padres y de la sociedad en general para educar y vigilar a los niños y adolescentes, orientándolos, averiguando qué sitios de internet frecuentan y controlarles el uso del celular e internet.

http://www.elmanana.com.mx/notas.asp?id=119177

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