Artículo del 23 de Febrero del 2009
PEDOFILIA. Cerca de la mitad de los 1,39 millones de personas sometidas a explotación sexual forzada en todo el mundo son niños, en su mayoría captados por la industria del sexo l Existen 100.000 páginas web dedicadas a la pornografía infantil l A finales de los 90, la policía japonesa investigó 25 casos. En 2008 hubo más de 600 detenidos, entre ellos directores de escuelas y profesores l Cada año se consumen tres millones de photo books eróticos de niñas l En 2008 se detectaron 1.700 víctimas de pornografía infantil l El número de abusos a menores en Japón se ha duplicado desde 1999. El porcentaje de casos fluctúa entre el 15% y el 25% l El número de víctimas en 2008 superó las 350, lo que supone un aumento por encima del 35% con respecto al año anterior.
Rei tiene 11 años y, como cualquier niña de su edad, acude por las mañanas a su escuela de primaria en Tokio. Por las tardes, sin embargo, no juega ni estudia inglés; se dedica a sus quehaceres como estrella del sexo.
Rei posa casi desnuda para fotógrafos y cámaras de vídeo. Unas veces le dicen que ponga cara de niña inocente; otras, que trate de provocar sensualidad con la mirada y con su cuerpo, aunque probablemente ni siquiera sepa qué significa la palabra sensualidad.No importa, ya atesora una larga experiencia como modelo erótica.Se estrenó con nueve años, cuando apareció en tanga en una cama mojada y se magreó con una mujer en un photo book titulado Melty Pudding (algo así como «Pudding derretido»). Esas imágenes se convirtieron en el DVD de pornografía infantil más vendido en Japón en 2007.
Desde entonces, Rei, rebautizada como Pudding Princess (Princesa del Pudding), no ha parado de aparecer en publicaciones y películas, una tras otra. Sus admiradores la aclaman en los foros de Internet («Es una princesa», «es pura sensualidad», escriben) y sus DVD pueden encontrarse en cualquier videoclub de Akihabara, el barrio del manga de Tokio y meca de la pedofilia en Japón. La película Pretty Rei («Preciosa Rei») es su más reciente producción, un objeto de culto para sus seguidores, así como el filme Dakko Shitte («Abrázame» en japonés).
El caso de Rei no es único. Centenares de niñas posan desnudas cada semana en el boyante negocio de la pornografía infantil.Muchas de ellas sueñan con emular algún día a Rei: poder aparecer en películas y revistas y firmar autógrafos a sus adultos admiradores.
Hasta ese punto ha llegado la tolerancia ante la explotación sexual de los niños en Japón. En este país, orgulloso de su enorme desarrollo, se puede disfrutar de niñas de hasta 8 años en tanga, bikini o bañador posando de las formas más sugerentes. Lo único penado por la ley es que se muestren explícitamente los pechos o los genitales. Mientras, las agencias de este tipo se afianzan en el mercado y buscan cada vez más: niñas más jóvenes, posturas más osadas...
Rei es amada por los miles de pedófilos que pululan por Japón y el resto del mundo gracias a Internet, y hasta sus compañeros de escuela conocen su trabajo. Se hacen fotos con ella y presumen de tenerla como amiga. También saben que Rei es la nueva reina del T-back, un género dentro de esta perversión que consiste en hacer posar a las modelos de espaldas y en tanga, centrando toda la atención en sus nalgas.
Los padres de Rei tratan de protegerla de todos los flashes que no reporten dinero. Rechazan nuestra llamada. También la agencia con la que suele trabajar, Shinkosha, sello líder en la producción de pornografía infantil en Japón, nos cierra las puertas. Probablemente no tendría respuesta para explicar cómo puede lucrarse de la inocencia de niñas de 8, 10 ó 12 años, haciéndolas posar semidesnudas para un público claramente pedófilo. Pero ni a Shinkosha ni, lo que es peor, a los padres, parece importarle. «Me imagino el placer de tomar a esa niña indefensa y hacer mío ese pequeño cuerpo», dice un individuo, desde el anonimato cibernético.
Pese a que la mayoría rechaza la exhibición de las crías, pocos se movilizan contra el escándalo. «En los últimos años se han aplicado medidas legales contra la pornografía infantil, pero la cultura del país hace que la gente se preocupe menos por la pedofilia que las sociedades occidentales», dice el sociólogo Koji Maruta, autor del libro Chicas que venden sexo y hombres con complejo de lolita.
Un claro ejemplo es el caso de Asuki Izumi, la precursora de Rei como reina del T-back. Es la única junior idol (así se conoce a las modelos eróticas menores de 15 años) que se ha prestado a hablar en público. Su madre, hoy su orgullosa representante, la secunda en su dudosa carrera. La historia de Asuki comenzó en 2006. Ella tenía 12 años. Una revista le pidió posar y sus fotos arrasaron. Ahora tiene 15 y es una de las más famosas.«No fue gran cosa. Lo hice porque me apeteció», recordaba Izumi, meses atrás, en un diario japonés. Su madre, ex modelo, se mostraba encantada: «No tengo problema en que mi hija aparezca en tanga.Ella posee una belleza neutra, no sexual, que sólo una joven de su edad puede poseer».
EL REY DE LAS LOLITAS
Garo Aida, conocido como «el rey de las Lolitas», es uno de los responsables del éxito de Rei y de Asuki. Durante un año y medio, tiempo en el que trabajó en este submundo, formó parte del grupo de verdugos que comerciaban con la inocencia de las niñas. «Lo dejé porque me daba asco», espeta. «Hoy muchos me consideran un pervertido, pero no es así. Desde el principio no quería, pero la demanda era muy fuerte». A mediados de 2007 comunicó al director de su revista que abandonaba, pero aún es posible encontrar sus producciones. Sin ir más lejos, en la enorme estantería de su oficina abundan los DVD de niñas de 10 a 18 años. Sus palabras mezclan arrepentimiento y una supuesta profesionalidad: «Para sobrevivir hay que tener visión comercial, investigar el mercado y ver lo que más vende. Y en Japón, lo que más vende son las niñas». «Los padres te ofrecen a sus hijas por dinero». No hay más que ver las cifras: en Japón se venden cada año cerca de tres millones de photo books. Es el principal país productor de pornografía infantil y el segundo consumidor tras EEUU.
Quienes viven del mercadeo tratan el asunto a cara descubierta y con frialdad. Como Nagashima, editor de la revista Skip Junior Spiral, cuya portada ha exhibido a Rei y Asuki en varias ocasiones, que opina que mostrar niñas de 8 años en tanga es «totalmente legal» y, además, no tiene nada de malo: «Puedes encontrarte lo mismo en la piscina o en la playa».
http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2009/697/1235257204.html
PEDOFILIA. Cerca de la mitad de los 1,39 millones de personas sometidas a explotación sexual forzada en todo el mundo son niños, en su mayoría captados por la industria del sexo l Existen 100.000 páginas web dedicadas a la pornografía infantil l A finales de los 90, la policía japonesa investigó 25 casos. En 2008 hubo más de 600 detenidos, entre ellos directores de escuelas y profesores l Cada año se consumen tres millones de photo books eróticos de niñas l En 2008 se detectaron 1.700 víctimas de pornografía infantil l El número de abusos a menores en Japón se ha duplicado desde 1999. El porcentaje de casos fluctúa entre el 15% y el 25% l El número de víctimas en 2008 superó las 350, lo que supone un aumento por encima del 35% con respecto al año anterior.
Rei tiene 11 años y, como cualquier niña de su edad, acude por las mañanas a su escuela de primaria en Tokio. Por las tardes, sin embargo, no juega ni estudia inglés; se dedica a sus quehaceres como estrella del sexo.
Rei posa casi desnuda para fotógrafos y cámaras de vídeo. Unas veces le dicen que ponga cara de niña inocente; otras, que trate de provocar sensualidad con la mirada y con su cuerpo, aunque probablemente ni siquiera sepa qué significa la palabra sensualidad.No importa, ya atesora una larga experiencia como modelo erótica.Se estrenó con nueve años, cuando apareció en tanga en una cama mojada y se magreó con una mujer en un photo book titulado Melty Pudding (algo así como «Pudding derretido»). Esas imágenes se convirtieron en el DVD de pornografía infantil más vendido en Japón en 2007.
Desde entonces, Rei, rebautizada como Pudding Princess (Princesa del Pudding), no ha parado de aparecer en publicaciones y películas, una tras otra. Sus admiradores la aclaman en los foros de Internet («Es una princesa», «es pura sensualidad», escriben) y sus DVD pueden encontrarse en cualquier videoclub de Akihabara, el barrio del manga de Tokio y meca de la pedofilia en Japón. La película Pretty Rei («Preciosa Rei») es su más reciente producción, un objeto de culto para sus seguidores, así como el filme Dakko Shitte («Abrázame» en japonés).
El caso de Rei no es único. Centenares de niñas posan desnudas cada semana en el boyante negocio de la pornografía infantil.Muchas de ellas sueñan con emular algún día a Rei: poder aparecer en películas y revistas y firmar autógrafos a sus adultos admiradores.
Hasta ese punto ha llegado la tolerancia ante la explotación sexual de los niños en Japón. En este país, orgulloso de su enorme desarrollo, se puede disfrutar de niñas de hasta 8 años en tanga, bikini o bañador posando de las formas más sugerentes. Lo único penado por la ley es que se muestren explícitamente los pechos o los genitales. Mientras, las agencias de este tipo se afianzan en el mercado y buscan cada vez más: niñas más jóvenes, posturas más osadas...
Rei es amada por los miles de pedófilos que pululan por Japón y el resto del mundo gracias a Internet, y hasta sus compañeros de escuela conocen su trabajo. Se hacen fotos con ella y presumen de tenerla como amiga. También saben que Rei es la nueva reina del T-back, un género dentro de esta perversión que consiste en hacer posar a las modelos de espaldas y en tanga, centrando toda la atención en sus nalgas.
Los padres de Rei tratan de protegerla de todos los flashes que no reporten dinero. Rechazan nuestra llamada. También la agencia con la que suele trabajar, Shinkosha, sello líder en la producción de pornografía infantil en Japón, nos cierra las puertas. Probablemente no tendría respuesta para explicar cómo puede lucrarse de la inocencia de niñas de 8, 10 ó 12 años, haciéndolas posar semidesnudas para un público claramente pedófilo. Pero ni a Shinkosha ni, lo que es peor, a los padres, parece importarle. «Me imagino el placer de tomar a esa niña indefensa y hacer mío ese pequeño cuerpo», dice un individuo, desde el anonimato cibernético.
Pese a que la mayoría rechaza la exhibición de las crías, pocos se movilizan contra el escándalo. «En los últimos años se han aplicado medidas legales contra la pornografía infantil, pero la cultura del país hace que la gente se preocupe menos por la pedofilia que las sociedades occidentales», dice el sociólogo Koji Maruta, autor del libro Chicas que venden sexo y hombres con complejo de lolita.
Un claro ejemplo es el caso de Asuki Izumi, la precursora de Rei como reina del T-back. Es la única junior idol (así se conoce a las modelos eróticas menores de 15 años) que se ha prestado a hablar en público. Su madre, hoy su orgullosa representante, la secunda en su dudosa carrera. La historia de Asuki comenzó en 2006. Ella tenía 12 años. Una revista le pidió posar y sus fotos arrasaron. Ahora tiene 15 y es una de las más famosas.«No fue gran cosa. Lo hice porque me apeteció», recordaba Izumi, meses atrás, en un diario japonés. Su madre, ex modelo, se mostraba encantada: «No tengo problema en que mi hija aparezca en tanga.Ella posee una belleza neutra, no sexual, que sólo una joven de su edad puede poseer».
EL REY DE LAS LOLITAS
Garo Aida, conocido como «el rey de las Lolitas», es uno de los responsables del éxito de Rei y de Asuki. Durante un año y medio, tiempo en el que trabajó en este submundo, formó parte del grupo de verdugos que comerciaban con la inocencia de las niñas. «Lo dejé porque me daba asco», espeta. «Hoy muchos me consideran un pervertido, pero no es así. Desde el principio no quería, pero la demanda era muy fuerte». A mediados de 2007 comunicó al director de su revista que abandonaba, pero aún es posible encontrar sus producciones. Sin ir más lejos, en la enorme estantería de su oficina abundan los DVD de niñas de 10 a 18 años. Sus palabras mezclan arrepentimiento y una supuesta profesionalidad: «Para sobrevivir hay que tener visión comercial, investigar el mercado y ver lo que más vende. Y en Japón, lo que más vende son las niñas». «Los padres te ofrecen a sus hijas por dinero». No hay más que ver las cifras: en Japón se venden cada año cerca de tres millones de photo books. Es el principal país productor de pornografía infantil y el segundo consumidor tras EEUU.
Quienes viven del mercadeo tratan el asunto a cara descubierta y con frialdad. Como Nagashima, editor de la revista Skip Junior Spiral, cuya portada ha exhibido a Rei y Asuki en varias ocasiones, que opina que mostrar niñas de 8 años en tanga es «totalmente legal» y, además, no tiene nada de malo: «Puedes encontrarte lo mismo en la piscina o en la playa».
http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2009/697/1235257204.html
Me encanta las tácticas de los anti pedófilos. Examinemos esta por ejemplo.
ResponderEliminarEstán en contra de las niñas modelos. ¿Qué hacemos? Escribimos inmediatamente al lado
"PEDOFILIA. Cerca de la mitad de los 1,39 millones de personas sometidas a explotación sexual forzada en todo el mundo son niños, en su mayoría captados por la industria del sexo l Existen 100.000 páginas web dedicadas a la pornografía infantil l A finales de los 90, la policía japonesa investigó 25 casos. En 2008 hubo más de 600 detenidos, entre ellos directores de escuelas y profesores l Cada año se consumen tres millones de photo books eróticos de niñas l En 2008 se detectaron 1.700 víctimas de pornografía infantil l El número de abusos a menores en Japón se ha duplicado desde 1999. El porcentaje de casos fluctúa entre el 15% y el 25% l El número de víctimas en 2008 superó las 350, lo que supone un aumento por encima del 35% con respecto al año anterior."
Es decir, vinculamos automáticamente abuso sexual infantil-niñas modelos. No hace falta ni un vínculo, simplemente escribir una palabra al lado de la otra. Es una táctica vieja como la injusticia. Otro ejemplos: Nudismo-pedofilia; Política-corrupción; Drogas-narcotráfico; Pedofilia-pederastia; niñas que posan como modelos-abuso sexual infantil.
Entonces, si quiero por ejemplo, hablar de lolicon, es necesario encabezar el artículo con datos sobre el abuso infantil, ¡¡COMO SI LAS DOS COSAS TUVIERAN ALGO QUE VER!! Si quiero hablar de drogas, es necesario encabezar el artículo con datos sobre la venta de drogas a menores, etc.
Entonces, primer paso, vincular niñas modelos-abuso sexual (repito que el vínculo ni siquiera tiene que existar, lo necesario es confundir al lector como para que piense que es lo mismo, poniendo una palabra al lado de la otra por ejemplo. Es una técnica argumentativa muy eficaz).
Segundo paso, la utilización de palabras urticantes. Para hablar de niñas VESTIDAS, o en malla (es decir, NO DESNUDAS) utilizar la palabra "pornografía infantil". Pornografía infantil es algo que se define de acuerdo a cada país (pero creo que en ningún país del mundo se castigan las imágenes de niñas con ropa). En japón evidentemente NO es pornografía infantil imágenes de niñas en malla. ¿Entonces por qué se empeña la autora en llamar pornografía infantil a algo que por ley no lo es? Para engañar al lector, para eso, por supuesto. Para imponer su opinión. Otro ejemplo:
"Hasta ese punto ha llegado la tolerancia ante la explotación sexual de los niños en Japón." ¿Es explotación sexual pagarle a una niña para que pose? ¿Y QUÉ HACEMOS ENTONCES CON LOS CATÁLOGOS DE MODA INFANTIL, LAS REVISTAS QUE PUBLICITAN PRODUCTOS PARA NIÑOS, LAS CASAS DE ROPA PARA PÁRVULOS? Son modelos por el amor de Dios. No posan desnudas, hacen su trabajo. Y si me decís que "ese no debería ser su trabajo" entonces te sugiero que mirés en cuántas publicidades de televisión, diarios y revistas aparecen niños.
"Se puede disfrutar de niñas de hasta 8 años en tanga, bikini o bañador posando de las formas más sugerentes. Lo único penado por la ley es que se muestren explícitamente los pechos o los genitales." ¿Y está mal? ¿Posan desnudas acaso? ¿Son abusadas? Claro, pero como nos da "asco" entonces JUZGUEMOS A LOS OTROS. El articulo mismo lo dice: o único penado por la ley es que se muestren explícitamente los pechos o los genitales. ¡POR LO TANTO ES LEGAL! ¿Y si es legal porque tanto problema? No es pornografía infantil por el amor de Dios. Son modelos que posan en un ambiente de seguridad, se le pagan y hacen su trabajo (¿¿¿¿A propósito, CUÁNTOS NIÑOS ACTORES HAY -DE 3, 4, 5 AÑOS- A LOS QUE SE LOS EXPLOTA DE IGUAL O PEOR MANERA Y NADIE DICE NADA?????) ¿No te parece que hay un poco de hipocresía en todo esto? ¿Porque condenamos algo que consideramos "un abuso" y a otra cosa que claramente lo es (el caso de niños actores por ejemplo) lo aceptamos y hasta alentamos? ¿No te parece un poco hipócrita?
Otra joyita del artículo: "haciéndolas posar semidesnudas PARA UN PÚBLICO CLARAMENTE PEDÓFILO". ¿Hace falta agregar algo a esta táctica tan descarada, pueril y desvergonzada de la periodista? SI LO CONSUME UN PÚBLICO PEDÓFILO ES MALO OMG !"!!!!!!! Claro, la prueba que faltaba: lo consumen pedófilos, entonces, es malo!! Increible, increible. ¿De enserio, lees lo que publicás? Yo por lo menos en mi blog escribo casi todo lo que publico, no me limito a hacer copy paste de noticias que no leí y que publico así como así sin aclarar que hay que tener cuidado con algunas idea peligrosas, etc.
Los argumentos de la "periodista" son risibles y ridículos. De HECHO, no tiene argumentos, por eso se dedica a usar palabras como pornografía infantil y abuso sexual, porque no encontró ninguna mejor manera para atacar lo que quiere atacar. Es como si, por ejemplo, para refutar una idea X en vez de decir X yo dijiera un insulto cualquiera Z. O para hablar mal de una obra insultara al artista. No son argumentos. ¡¡Decir que niñas posando en malla es pornografía infantil no significa que lo sea!! ¡Decir que esas niñas son abusadas no significa que sea verdad! ¡Decir que porque el público que lo consume es pedófilo, y por lo tanto es "malo", es una falacia ad-hominem! ¡Hablar de pederastia en un artículo sobre niñas modelos es mentiroso, falaz y una burda y basta táctica argumentativa! NO TIENE ARGUMENTOS Y POR ESO SE LIMITA A "DECIR LA COSA QUE NO ES" (Como dirían los caballos bonachones de Los viajes de Gulliver).
SI NO TE GUSTAN LOS NIÑOS EN POSICIONES ERÓTICAS TE ENTIENDO, EN EL SENTIDO DE QUE ES COMPRENSIBLE. ¡¡¡PERO NO QUIERAS METERLE TUS MALDITOS GUSTOS A LAS OTRAS PERSONAS O CONTAMINARME CON TU MORAL DE MIERDA!!!