Noticia del 6 de Febrero del 2009
Profesores del Departamento de Psicología de la Universidad de Jaén, coordinados por Ana García León, colaboran con la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil para establecer el perfil psicológico del consumidor y distribuidor de pornografía infantil. El objetivo es predecir, a través de este perfil, la probabilidad que tienen estas personas de realizar abusos sexuales a menores.
Alicia Barea Lara
Ana García León, investigadora principal del estudio
La pederastia es la práctica sexual entre un adulto, normalmente un varón, y un menor de edad, lo que designa el abuso sexual hacia niños. Los pederastas suelen intercambiar información sobre cómo engañar a los padres de un niño, cómo intercambiar pornografía de forma privada y cómo evitar ser descubiertos. Los que tienen conocimientos sobre seguridad en Internet los comparten con los demás, de modo que cada vez son más difíciles de localizar, si bien los métodos de la policía son, también, cada vez más sofisticados.
Por ello desde la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, en colaboración con profesores del Departamento de Psicología de la UJA, se ha decidido realizar un perfil psicológico de los consumidores y distribuidores de pornografía infantil. El propósito es detectar, de entre estas personas, aquellas que se pueden llegar a convertir en abusadores de menores.
El proyecto, en el que trabajan desde hace un año, se encuentra en su primera fase. Se ha detectado, a partir de los datos de la policía y de la bibliografía científica sobre el tema, cuáles podrían ser algunas de las características psicológicas de la población concreta que puede consultar este tipo de páginas. Para ello, se ha tenido en cuenta que en estos últimos años se ha producido una disminución de la edad de consulta, lo que se relaciona, en algunos casos, con la adicción a Internet.
Pruebas psicológicas
El trabajo consiste en una serie de pruebas psicológicas que, en la primera fase se están desarrollando y aplicando a personas que no tienen este tipo de conducta. Cuando comience a realizarse la segunda fase, las pruebas psicológicas resultantes del estudio serán administradas por el equipo de psicólogos de la Policía Judicial de la Guardia Civil y por los investigadores del Departamento de Psicología de la UJA.
“Se aplicarán dichas pruebas a imputados por consumo y distribución de pornografía infantil, a pederastas que han sido condenados por delitos sexuales y a reclusos condenados por otro tipo de delitos”, comenta la investigadora.
Hasta el momento ya se tienen las primeras pruebas y, en unos años, el sistema podrá estar funcionando a nivel nacional. A partir de entonces, la Guardia Civil buscará el perfil diferencial o las características preintuitivas de los pederastas. “Los resultados obtenidos de este estudio no serán publicados, ya que podrían ser capturados por los posibles abusadores de menores para buscar una identidad falsa para no ser detectados por la Guardia Civil”, explica Ana García.
El objetivo final de la investigación es permitir distinguir, dentro de los consumidores y distribuidores de pornografía infantil, si hay diferencias entre los que sólo consultan las páginas o los que se van a transformar en pederastas. En el caso de que las haya, determinarán cuáles son, y las tendrán en cuenta, comenta Ana García León.
Esta prueba será de gran ayuda para realizar medidas preventivas entre las personas que cometen este tipo de delito, ya que en la actualidad no se sabe nada de ellas, concluye la psicóloga de la UJA.
http://www.andaluciainvestiga.com/espanol/noticias/6/pederastas_7737.asp
Profesores del Departamento de Psicología de la Universidad de Jaén, coordinados por Ana García León, colaboran con la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil para establecer el perfil psicológico del consumidor y distribuidor de pornografía infantil. El objetivo es predecir, a través de este perfil, la probabilidad que tienen estas personas de realizar abusos sexuales a menores.
Alicia Barea Lara
Ana García León, investigadora principal del estudio
La pederastia es la práctica sexual entre un adulto, normalmente un varón, y un menor de edad, lo que designa el abuso sexual hacia niños. Los pederastas suelen intercambiar información sobre cómo engañar a los padres de un niño, cómo intercambiar pornografía de forma privada y cómo evitar ser descubiertos. Los que tienen conocimientos sobre seguridad en Internet los comparten con los demás, de modo que cada vez son más difíciles de localizar, si bien los métodos de la policía son, también, cada vez más sofisticados.
Por ello desde la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, en colaboración con profesores del Departamento de Psicología de la UJA, se ha decidido realizar un perfil psicológico de los consumidores y distribuidores de pornografía infantil. El propósito es detectar, de entre estas personas, aquellas que se pueden llegar a convertir en abusadores de menores.
El proyecto, en el que trabajan desde hace un año, se encuentra en su primera fase. Se ha detectado, a partir de los datos de la policía y de la bibliografía científica sobre el tema, cuáles podrían ser algunas de las características psicológicas de la población concreta que puede consultar este tipo de páginas. Para ello, se ha tenido en cuenta que en estos últimos años se ha producido una disminución de la edad de consulta, lo que se relaciona, en algunos casos, con la adicción a Internet.
Pruebas psicológicas
El trabajo consiste en una serie de pruebas psicológicas que, en la primera fase se están desarrollando y aplicando a personas que no tienen este tipo de conducta. Cuando comience a realizarse la segunda fase, las pruebas psicológicas resultantes del estudio serán administradas por el equipo de psicólogos de la Policía Judicial de la Guardia Civil y por los investigadores del Departamento de Psicología de la UJA.
“Se aplicarán dichas pruebas a imputados por consumo y distribución de pornografía infantil, a pederastas que han sido condenados por delitos sexuales y a reclusos condenados por otro tipo de delitos”, comenta la investigadora.
Hasta el momento ya se tienen las primeras pruebas y, en unos años, el sistema podrá estar funcionando a nivel nacional. A partir de entonces, la Guardia Civil buscará el perfil diferencial o las características preintuitivas de los pederastas. “Los resultados obtenidos de este estudio no serán publicados, ya que podrían ser capturados por los posibles abusadores de menores para buscar una identidad falsa para no ser detectados por la Guardia Civil”, explica Ana García.
El objetivo final de la investigación es permitir distinguir, dentro de los consumidores y distribuidores de pornografía infantil, si hay diferencias entre los que sólo consultan las páginas o los que se van a transformar en pederastas. En el caso de que las haya, determinarán cuáles son, y las tendrán en cuenta, comenta Ana García León.
Esta prueba será de gran ayuda para realizar medidas preventivas entre las personas que cometen este tipo de delito, ya que en la actualidad no se sabe nada de ellas, concluye la psicóloga de la UJA.
http://www.andaluciainvestiga.com/espanol/noticias/6/pederastas_7737.asp
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