Articulo del 24 de Marzo del 2009
En los últimos diez años hemos visto casi a diario como una nueva modalidad de delito, el informático, iba inventándose sobre la marcha. Al mismo tiempo los esfuerzos de la policía para adaptarse a un nuevo panorama delictivo han ido creciendo en consonancia, casi siempre un paso por detrás. Hasta ahora. Y por desgracia, no para bien.
En EEUU, el FBI ha comenzado a utilizar una táctica novedosa. Se trata de postear en foros de Internet falsos anuncios y enlaces ofreciendo pornografía infantil. Al hacer clic en el enlace, el servidor del FBI captura la dirección del usuario y le identifica. Enseguida el FBI solicita a un juez una orden de registro que autoriza a sus agentes a retirar del domicilio del sospechoso cualquier material informático, correspondencia, facturas, extractos bancarios, material audiovisual y un largo etcétera. El viernes pasado se dictó en EEUU la primera condena obtenida por este sistema. Cuatro años de cárcel para Roderick Vosburgh por hacer clic en un enlace.
Evidentemente cualquiera de nosotros –yo el primero, como padre- estamos de acuerdo en que se utilicen todos los medios legales disponibles para dar caza a los pederastas, una lacra social que parece no tener fin. Pero este “método de la oferta” que el FBI ha puesto en marcha traspasa los límites de las libertades elementales. En la práctica, autoriza a los agentes a enviar a los buzones de miles de destinatarios correos electrónicos ofreciendo cualquier cosa ilegal –drogas, sexo de pago, pornografía infantil- y actuar contra el que haga clic en el enlace –sea por error, por curiosidad o por auténtica intención- bajo el supuesto de “intento de cometer un delito”, lo que está penado en EEUU con hasta cinco años de prisión. Y desde que existe la Patriot Act, podrían enviarlo a ciudadanos extranjeros y guardar un registro de sus nombres para, por ejemplo, impedirles la entrada cuando viajen a EEUU. Malos tiempos nos esperan como esta sea la moneda de cambio en Internet a partir de ahora.
http://www.juangomezjurado.com/blog/Columnas/files/ac58e6073ab4d54d9c3fb034968ad880-14.html
En los últimos diez años hemos visto casi a diario como una nueva modalidad de delito, el informático, iba inventándose sobre la marcha. Al mismo tiempo los esfuerzos de la policía para adaptarse a un nuevo panorama delictivo han ido creciendo en consonancia, casi siempre un paso por detrás. Hasta ahora. Y por desgracia, no para bien.
En EEUU, el FBI ha comenzado a utilizar una táctica novedosa. Se trata de postear en foros de Internet falsos anuncios y enlaces ofreciendo pornografía infantil. Al hacer clic en el enlace, el servidor del FBI captura la dirección del usuario y le identifica. Enseguida el FBI solicita a un juez una orden de registro que autoriza a sus agentes a retirar del domicilio del sospechoso cualquier material informático, correspondencia, facturas, extractos bancarios, material audiovisual y un largo etcétera. El viernes pasado se dictó en EEUU la primera condena obtenida por este sistema. Cuatro años de cárcel para Roderick Vosburgh por hacer clic en un enlace.
Evidentemente cualquiera de nosotros –yo el primero, como padre- estamos de acuerdo en que se utilicen todos los medios legales disponibles para dar caza a los pederastas, una lacra social que parece no tener fin. Pero este “método de la oferta” que el FBI ha puesto en marcha traspasa los límites de las libertades elementales. En la práctica, autoriza a los agentes a enviar a los buzones de miles de destinatarios correos electrónicos ofreciendo cualquier cosa ilegal –drogas, sexo de pago, pornografía infantil- y actuar contra el que haga clic en el enlace –sea por error, por curiosidad o por auténtica intención- bajo el supuesto de “intento de cometer un delito”, lo que está penado en EEUU con hasta cinco años de prisión. Y desde que existe la Patriot Act, podrían enviarlo a ciudadanos extranjeros y guardar un registro de sus nombres para, por ejemplo, impedirles la entrada cuando viajen a EEUU. Malos tiempos nos esperan como esta sea la moneda de cambio en Internet a partir de ahora.
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