Ya he recibido un par de contestaciones sugeriendo la terapia con animales para casos como estos que sean provocados por problemas sociópatas derivados de la timidez del sujeto, introversión, incapacidad por desarrollar lazo interelacionales con otras personas... Es un genial aporte y si apenas no lo he desarrollado es por falta de tiempo, pero coincido con estas personas que un animal, un perro por ejemplo, puede ayudar como base a una terapia de mejora y de exteriorización de ser hacia su círculo social. Muchas gracias a Anónimo y a Rafael Bernet por la sugerencia. Prometo trabajr este tema más.
Muchos de nosotros tenemos mascotas, regresar a casa y que allí esté tu perro meneando su cola para recibirte es un obsequio impagable. O sentir el ronrroneo de un gato mientras le acaricias su suave pelaje, tampoco tiene precio.
Lo cierto es que tener una mascota -sea cual sea, claro- puede ser algo más que un placer para los sentidos o una gran compañía, de acuerdo a este artículo puede incluso mejorar la calidad de vida y la salud en varios aspectos:
-Prevención de alergias: Varios estudios han demostrado que los niños que crecen en un hogar en el cual hay algún animal doméstico o lo hacen en una granja (rodeados de animales, no tan domésticos ya, claro), tienen menos riesgo de desarrollar alergias o asma, al tiempo que su sistema inmunológico suele ser más potente.
-Mejorar la vida social: Las mascotas son un buen motivo para comenzar conversaciones, cuando uno sale a dar una vuelta al perro es un buen momento para sociabilizar con el entorno también. Así que tener una mascota puede ser de utilidad para las personas tímidas o que combaten contra cierta “fobia social”.
-Ser de beneficio en la edad madura: Para las personas mayores tener una mascota no sólo puede significarles compañía sino también puede serles de utilidad para mantenerse más activo. Asimismo, varios estudios han demostrado que en los pacientes que padecen mal de Alzheimer un animal de compañía les ayuda a disminuir y a sobrellevar los arrebatos de ansiedad.
-Bueno para la mente, y el alma: También es sabido que aquellos individuos que tienen mascotas son menos propensos a sufrir depresión, al tiempo que enfrentan mejor las situaciones de estrés. Además, hay datos estadísticos que sugieren que son menos proclives a sufrir de presión arterial elevada.
-Bueno para el corazón: Además de haberse demostrado que quiénes comparten su vida con un animalito suelen tener niveles más bajos de colesterol “malo”, también hay evidencia que sugiere que tienen una sobrevida mayor tras un ataque cardíaco en comparación con aquellos que no tienen mascotas.
http://www.invequa.com/leer-articulo.aspx?idArticulo=1584
Lo cierto es que tener una mascota -sea cual sea, claro- puede ser algo más que un placer para los sentidos o una gran compañía, de acuerdo a este artículo puede incluso mejorar la calidad de vida y la salud en varios aspectos:
-Prevención de alergias: Varios estudios han demostrado que los niños que crecen en un hogar en el cual hay algún animal doméstico o lo hacen en una granja (rodeados de animales, no tan domésticos ya, claro), tienen menos riesgo de desarrollar alergias o asma, al tiempo que su sistema inmunológico suele ser más potente.
-Mejorar la vida social: Las mascotas son un buen motivo para comenzar conversaciones, cuando uno sale a dar una vuelta al perro es un buen momento para sociabilizar con el entorno también. Así que tener una mascota puede ser de utilidad para las personas tímidas o que combaten contra cierta “fobia social”.
-Ser de beneficio en la edad madura: Para las personas mayores tener una mascota no sólo puede significarles compañía sino también puede serles de utilidad para mantenerse más activo. Asimismo, varios estudios han demostrado que en los pacientes que padecen mal de Alzheimer un animal de compañía les ayuda a disminuir y a sobrellevar los arrebatos de ansiedad.
-Bueno para la mente, y el alma: También es sabido que aquellos individuos que tienen mascotas son menos propensos a sufrir depresión, al tiempo que enfrentan mejor las situaciones de estrés. Además, hay datos estadísticos que sugieren que son menos proclives a sufrir de presión arterial elevada.
-Bueno para el corazón: Además de haberse demostrado que quiénes comparten su vida con un animalito suelen tener niveles más bajos de colesterol “malo”, también hay evidencia que sugiere que tienen una sobrevida mayor tras un ataque cardíaco en comparación con aquellos que no tienen mascotas.
http://www.invequa.com/leer-articulo.aspx?idArticulo=1584
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