Noticia del 6 de Junio del 2009
Rastrean la red en busca de delitos. Son los 'hackers' de la ley. El Grupo de Delitos Económicos del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón es uno de los más activos de la Comisaría. Y también uno de los de más reciente creación. El continuo avance de las nuevas tecnologías obliga a los cuerpos de seguridad a no bajar la guardia ni un sólo momento. Levantar el acelerador supone quedarse descolgado.
Su ámbito de actuación abarca desde las estafas y fraudes bancarios hasta la lucha contra la pornografía infantil y los delitos contra la propiedad industrial, o sea, las falsificaciones de marcas. El inspector Miguel Ángel Gil Ruiz es el encargado de dirigir la unidad, formada por siete personas. Trabajan en equipo y la mayor parte de su jornada laboral la pasan sentados frente el ordenador. La premisa unánime que maneja el grupo, y también el primer consejo que dan a la población, es la necesidad de «utilizar internet y los datos bancarios con sentido común». «Como sucede en todos los ámbitos de la vida, en ésta, también hay que actuar con precaución», dicen.
«La mayoría de las estafas bancarias por internet se producen por la falta de precaución del cliente», asegura el inspector Gil, quien recomienda «verificar que el sitio en el que se registra el pago de algún servicio o producto es seguro; si se tiene alguna duda al respecto, lo mejor es llamar a la Policía directamente». Sin embargo, no existe una excesiva preocupación al respecto. «Siempre hay alguien que busca la picaresca, pero si se usan una serie de precauciones, internet es seguro», dice el inspector.
La clonación de tarjetas bancarias centra buena parte de las denuncias. La copia de la banda magnética puede realizarse en comercios o, incluso, en los propios cajeros automáticos. «Lo más importante para evitar problemas es no perder de vista en ningún momento la tarjeta cuando se efectúe algún pago en comercios u otros establecimientos, así se evita que puedan pasar el plástico por dos aparatos o que la utilicen de forma negligente», recomiendan los especialistas.
Sistemas de clonación
Los sistemas de clonación en las máquinas de los cajeros suelen ser obra «de bandas especializadas e itinerantes que pasan por una región, están varios días en el mismo punto y cuando consiguen su objetivo se desplazan a otro lugar», argumentan. Suelen colocar un dispositivo en el cajero para poder copiar la información contenida en la banda magnética de la tarjeta de crédito. Es difícil de apreciar a simple vista y el usuario no sabe que está siendo víctima de una estafa. «No se percatan hasta que ven que le falta dinero de la cuenta», dicen los miembros del grupo.
Las investigaciones de las estafas económicas siempre parten de la denuncia de un particular. En los delitos de pornografía infantil no siempre es así. Tan sólo con que los agentes tengan conocimiento de la existencia de un archivo de contenido pedófilo se pone en marcha la maquinaria. Se analizan chats, blogs, grupos privados, páginas personales y gestores de intercambio de archivos.
La pasada semana, los miembros del Grupo de Delitos Económicos del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón detuvieron a un joven gijonés de 23 años, acusado de intercambiar imágenes en las que aparecían niñas e incluso bebés sometidos a explícitas actividades sexuales. El arresto se produjo en el marco de una operación llevada a cabo en varias provincias españolas y que se saldó con cuatro imputados.
«Los delitos de pornografía infantil están centralizados en la jefatura superior de Madrid y las comisarías del resto de España colaboramos en las investigaciones. Sin embargo, eso no quiere decir que si en Gijón nosotros detectamos un caso, no iniciemos los trabajos», afirma Miguel Ángel Gil Ruiz.
Coordinación policial
«Las nuevas tecnologías han motivado un aumento de la coordinación policial, ya que los individuos que utilizan la red para delinquir suelen estar dispersos por todo el país», asegura el jefe de la Brigada de Gijón. «Hay comunicaciones entre todas las policías, Interpol y Europol, porque los servidores con este materia pueden estar en cualquier nación», añade.
Uno de los principales inconvenientes que se encuentran a la hora de llevar a cabo una investigación es la diferencia legislativa en los distintos países. «Lo que es delito aquí, en España, puede que no lo sea en el Estado en el que se encuentra el cabecilla de una organización dedicada a la distribución de pornografía o a la comisión de delitos económicos. Ese es el principal obstáculo que vivimos a diario», asegura Miguel Ángel Gil Ruiz.
Las crecientes redes sociales como Facebook y Twenty, de gran expansión, son otros de los ámbitos que más trabajo dan al grupo. Revisan los contenidos colgados en la red y reciben numerosas denuncias de personas que no dan la autorización para que su imagen aparezca colgada en internet.
http://www.elcomerciodigital.com/aviles/20090606/gijon/hackers-20090606.html
Rastrean la red en busca de delitos. Son los 'hackers' de la ley. El Grupo de Delitos Económicos del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón es uno de los más activos de la Comisaría. Y también uno de los de más reciente creación. El continuo avance de las nuevas tecnologías obliga a los cuerpos de seguridad a no bajar la guardia ni un sólo momento. Levantar el acelerador supone quedarse descolgado.
Su ámbito de actuación abarca desde las estafas y fraudes bancarios hasta la lucha contra la pornografía infantil y los delitos contra la propiedad industrial, o sea, las falsificaciones de marcas. El inspector Miguel Ángel Gil Ruiz es el encargado de dirigir la unidad, formada por siete personas. Trabajan en equipo y la mayor parte de su jornada laboral la pasan sentados frente el ordenador. La premisa unánime que maneja el grupo, y también el primer consejo que dan a la población, es la necesidad de «utilizar internet y los datos bancarios con sentido común». «Como sucede en todos los ámbitos de la vida, en ésta, también hay que actuar con precaución», dicen.
«La mayoría de las estafas bancarias por internet se producen por la falta de precaución del cliente», asegura el inspector Gil, quien recomienda «verificar que el sitio en el que se registra el pago de algún servicio o producto es seguro; si se tiene alguna duda al respecto, lo mejor es llamar a la Policía directamente». Sin embargo, no existe una excesiva preocupación al respecto. «Siempre hay alguien que busca la picaresca, pero si se usan una serie de precauciones, internet es seguro», dice el inspector.
La clonación de tarjetas bancarias centra buena parte de las denuncias. La copia de la banda magnética puede realizarse en comercios o, incluso, en los propios cajeros automáticos. «Lo más importante para evitar problemas es no perder de vista en ningún momento la tarjeta cuando se efectúe algún pago en comercios u otros establecimientos, así se evita que puedan pasar el plástico por dos aparatos o que la utilicen de forma negligente», recomiendan los especialistas.
Sistemas de clonación
Los sistemas de clonación en las máquinas de los cajeros suelen ser obra «de bandas especializadas e itinerantes que pasan por una región, están varios días en el mismo punto y cuando consiguen su objetivo se desplazan a otro lugar», argumentan. Suelen colocar un dispositivo en el cajero para poder copiar la información contenida en la banda magnética de la tarjeta de crédito. Es difícil de apreciar a simple vista y el usuario no sabe que está siendo víctima de una estafa. «No se percatan hasta que ven que le falta dinero de la cuenta», dicen los miembros del grupo.
Las investigaciones de las estafas económicas siempre parten de la denuncia de un particular. En los delitos de pornografía infantil no siempre es así. Tan sólo con que los agentes tengan conocimiento de la existencia de un archivo de contenido pedófilo se pone en marcha la maquinaria. Se analizan chats, blogs, grupos privados, páginas personales y gestores de intercambio de archivos.
La pasada semana, los miembros del Grupo de Delitos Económicos del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón detuvieron a un joven gijonés de 23 años, acusado de intercambiar imágenes en las que aparecían niñas e incluso bebés sometidos a explícitas actividades sexuales. El arresto se produjo en el marco de una operación llevada a cabo en varias provincias españolas y que se saldó con cuatro imputados.
«Los delitos de pornografía infantil están centralizados en la jefatura superior de Madrid y las comisarías del resto de España colaboramos en las investigaciones. Sin embargo, eso no quiere decir que si en Gijón nosotros detectamos un caso, no iniciemos los trabajos», afirma Miguel Ángel Gil Ruiz.
Coordinación policial
«Las nuevas tecnologías han motivado un aumento de la coordinación policial, ya que los individuos que utilizan la red para delinquir suelen estar dispersos por todo el país», asegura el jefe de la Brigada de Gijón. «Hay comunicaciones entre todas las policías, Interpol y Europol, porque los servidores con este materia pueden estar en cualquier nación», añade.
Uno de los principales inconvenientes que se encuentran a la hora de llevar a cabo una investigación es la diferencia legislativa en los distintos países. «Lo que es delito aquí, en España, puede que no lo sea en el Estado en el que se encuentra el cabecilla de una organización dedicada a la distribución de pornografía o a la comisión de delitos económicos. Ese es el principal obstáculo que vivimos a diario», asegura Miguel Ángel Gil Ruiz.
Las crecientes redes sociales como Facebook y Twenty, de gran expansión, son otros de los ámbitos que más trabajo dan al grupo. Revisan los contenidos colgados en la red y reciben numerosas denuncias de personas que no dan la autorización para que su imagen aparezca colgada en internet.
http://www.elcomerciodigital.com/aviles/20090606/gijon/hackers-20090606.html
A mi este tipo de paginas me estan destruyendo mi vida!!!, que puedo hacer, es un apgina de Sexo donde hacen comentarios hacia mi persona, y que tengo que estar cuidandome de todo mundo por las amenazas que ahi escriben.
ResponderEliminardisculpa pero no he entendido tu comentario, puedes aclararmelo? Gracias.
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