Noticia del 8 de Octubre del 2008
Los delitos cometidos a través de la red, los denominados 'cibercrímenes' o 'ciberdelincuencuencia', se están convirtiendo a pasos agigantados en unos de los grandes retos del para el sistema judicial en todos los países. El problema se acrecenta con el aumento diario de los usuarios de internet.
Durante el VI Seminario de Pruebas Electrónicas, organizado conjuntamente por Cybex y el Consejo General del Poder Judicial, José Manuel Maza, Magistrado del Tribunal Supremo de la Sala II de lo Penal y Alexander Seger, Jefe de la División de Delitos Económicos del Consejo de Europa, han explicado lo complicado que puede llegar a ser acabar con este problema: en 2008, el número de personas que utilizó la red creció en 1.000 millones y aunque redujéramos el porcentaje de ciberdelincuentes al mínimo, 0,01%, existiría un millón de potenciales delincuentes en los últimos meses.
Pero estas cifras, lejos de desanimar, lo que deben hacer es alentar a los organismos responsables para que creen medidas especiales de prevención, detección e inicio de acciones judiciales contra estas personas. De los contrario, no hadrá reparos en incurrir en delitos de piratería informática, pornografía infantil, blanqueo de dinero o ciberterrorismo porque se encontrarán con pocos riesgos y muchas oportunidades de delinquir.
La legislación debe modernizarse para superar problemas como las lagunas en la regulación específica, la escasez de medios y las necesidades periciales. Se enfrenta a actos con un gran potencial de hacer daño, a una alta cualificación técnica por parte del autor, a una dimensión transnacional y a lo peor: a una constante evolución que dificulta su persecución.
En ente contexto se hace imprescindible la colaboración de todos los agentes sociales, principalmente empresas y Estados para evitar que el 'cibercrimen' continúe extendiéndose hasta ocupar todos los ámbitos de la actividad en la red. Medidas como el Convenio sobre la 'ciberdelicuencia', elaborado por el Consejo de Europa y en vigor desde julio de 2004, sirven para proporcionar una norma mundial que mejore la legislación en este ámbito.
La preservación de los datos
Entre las normas a destacar, está la conservación rápida de los datos informáticos almacenados, las órdenes de presentación de los mismos, el registro, así como la confiscación y la obtención en tiempo real de datos informáticos si fuera necesario. Gracias a este convenio, se crea una ‘plataforma ficticia’ que facilite la cooperación público-privada.
El ámbito empresarial no se salva del 'cibercrimen'. El desarrollo actual de los acontecimientos afirma que las empresas están diariamente implicadas en este tipo de delitos, y que debe ser agente participante en su prevención así como en la colaboración con la ley una vez que se cometen. De igual forma, conocer todas las herramientas a su alcance para protegerse de ellos es necesario si se quiere competir en el mercado actual.
Durante el VI Seminario de Pruebas Electrónicas, organizado conjuntamente por Cybex y el Consejo General del Poder Judicial, José Manuel Maza, Magistrado del Tribunal Supremo de la Sala II de lo Penal y Alexander Seger, Jefe de la División de Delitos Económicos del Consejo de Europa, han explicado lo complicado que puede llegar a ser acabar con este problema: en 2008, el número de personas que utilizó la red creció en 1.000 millones y aunque redujéramos el porcentaje de ciberdelincuentes al mínimo, 0,01%, existiría un millón de potenciales delincuentes en los últimos meses.
Pero estas cifras, lejos de desanimar, lo que deben hacer es alentar a los organismos responsables para que creen medidas especiales de prevención, detección e inicio de acciones judiciales contra estas personas. De los contrario, no hadrá reparos en incurrir en delitos de piratería informática, pornografía infantil, blanqueo de dinero o ciberterrorismo porque se encontrarán con pocos riesgos y muchas oportunidades de delinquir.
La legislación debe modernizarse para superar problemas como las lagunas en la regulación específica, la escasez de medios y las necesidades periciales. Se enfrenta a actos con un gran potencial de hacer daño, a una alta cualificación técnica por parte del autor, a una dimensión transnacional y a lo peor: a una constante evolución que dificulta su persecución.
En ente contexto se hace imprescindible la colaboración de todos los agentes sociales, principalmente empresas y Estados para evitar que el 'cibercrimen' continúe extendiéndose hasta ocupar todos los ámbitos de la actividad en la red. Medidas como el Convenio sobre la 'ciberdelicuencia', elaborado por el Consejo de Europa y en vigor desde julio de 2004, sirven para proporcionar una norma mundial que mejore la legislación en este ámbito.
La preservación de los datos
Entre las normas a destacar, está la conservación rápida de los datos informáticos almacenados, las órdenes de presentación de los mismos, el registro, así como la confiscación y la obtención en tiempo real de datos informáticos si fuera necesario. Gracias a este convenio, se crea una ‘plataforma ficticia’ que facilite la cooperación público-privada.
El ámbito empresarial no se salva del 'cibercrimen'. El desarrollo actual de los acontecimientos afirma que las empresas están diariamente implicadas en este tipo de delitos, y que debe ser agente participante en su prevención así como en la colaboración con la ley una vez que se cometen. De igual forma, conocer todas las herramientas a su alcance para protegerse de ellos es necesario si se quiere competir en el mercado actual.
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