Artículo del 2 de Octubre del 2008
COMENTARIO: Reflexión y análisis del Inspector Jefe de la BIT.
A un pedófilo o un consumidor de pornografía infantil por internet es difícil detectarlo por su entorno. La mayoría de las veces, sus familiares y sus amigos no sospechan de que esté cometiendo un delito, porque al que se descubre, se le suele crear la ruina social, familiar y laboral que le lleva, incluso, a tener que cambiar de domicilio y de vida. Por eso la Policía tiene que evolucionar. Hace 10 años, en nuestra brigada había cinco personas. Ahora somos 40. Y es que hemos evolucionado a la vez que los autores de los delitos han perfeccionado sus métodos, porque la gente ha ido aprendiendo. Internet es una red global. Tiene acceso cualquier persona y te puedes conectar con personas de cualquier país del mundo. En las redes P2P, de intercambio de archivos, cuando abres el ordenador, tus documentos están a disposición de otros usuarios. Mucha gente de la pornografía se ha apoderado de estas redes. Por eso, esta última operación, que se originó en Brasil, se hizo monitorizando el nombre de varios archivos de pornografía infantil. La Policía Federal Brasileña detectó 18.000 ordenadores en todo el mundo que habían pedido descargarse esos documentos. Aun así, mucha gente queda impune. De 1.600 conexiones detectadas en España hemos llegado a 250 ordenadores. Nuestro reto es perfeccionar las búsquedas. Pero también tenemos que recordar a los pedófilos que, muchas veces, el precio por su delito no es sólo la cárcel, sino la ruina social que se crea a su alrededor.
Enrique RODRÍGUEZ - Jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía.
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