Noticia del 5 de Enero del 2008
ALICANTE. Hay más abusos sexuales a menores de los que se denuncian. «Desde hace unos años, Internet viene facilitando la delincuencia pornográfica infantil», asegura el psicólogo de la Audiencia de Alicante, Carmelo Hernández.
En este sentido, la Fiscalía General señala en su memoria de 2007 la creciente preocupación por este tipo de delitos. El año pasado las fuerzas y cuerpos de seguridad españolas investigaron 313 delitos de pornografía infantil cometidos a través de las nuevas tecnologías, lo que supone el 12% del total de delitos informáticos.
Aunque no hay un patrón específico de los pederastas, éstos se pueden agrupar en tres tipos. señala Hernández. «Uno es el que en un principio se presenta ante el menor como un segundo padre, protector y cariñoso, que hace regalos al pequeño, para pasar después a otro tipo de prácticas de abuso».
Un segundo grupo engloba a los más agresivos. «Contactan con los niños y adolescentes y los presionan para mantener un encuentro lo más rápidamente posible en el que pasan a la acción y los agreden sexualmente», señala. Y en un tercero se encontrarían los adinerados y expertos en manipulación emocional. «Estos les colman de regalos y dinero para aproximarse a ellos», apunta.
Los pederastas son personas que suelen tener problemas para relacionarse íntimamente con personas adultas, a pesar de que muchos de ellos puedan tener pareja. «Padecen soledad emocional, baja autoestima, una deficiente asertividad y tienden a saltarse las normas sociales. Además, no suelen presentar ninguna empatía con el dolor del niño y no tienen sentimiento de culpa», añade Hernández.
Busca la confianza del menor
El pedófilo siempre se aprovecha y busca la confianza del menor para manipularle. A través de internet ha encontrado el medio ideal para ello. Utilizan los chats infantiles y adolescentes, donde bajo identidades falsas usan un lenguaje juvenil, para poco a poco ir manipulándoles.
Así, comparten secretos con los niños y adolescentes, se hacen con sus direcciones y teléfonos, para posteriormente iniciar el acoso.
Las consecuencias de las agresiones y abusos sexuales son devastadoras para los menores, afirma Hernández. Entre los efectos psicológicos que se pueden presentar destacan las conductas hiperviolentas, la marginación, el consumo de drogas o la conversión, a su vez, en manipuladores.
El presidente de la Audiencia Provincial, Vicente Magro, estudia medidas para prevenir el abuso a menores. Entre ellas, charlas dirigidas a padres, profesores y menores para ayudar a detectar a este tipo de delincuentes.
ALICANTE. Hay más abusos sexuales a menores de los que se denuncian. «Desde hace unos años, Internet viene facilitando la delincuencia pornográfica infantil», asegura el psicólogo de la Audiencia de Alicante, Carmelo Hernández.
En este sentido, la Fiscalía General señala en su memoria de 2007 la creciente preocupación por este tipo de delitos. El año pasado las fuerzas y cuerpos de seguridad españolas investigaron 313 delitos de pornografía infantil cometidos a través de las nuevas tecnologías, lo que supone el 12% del total de delitos informáticos.
Aunque no hay un patrón específico de los pederastas, éstos se pueden agrupar en tres tipos. señala Hernández. «Uno es el que en un principio se presenta ante el menor como un segundo padre, protector y cariñoso, que hace regalos al pequeño, para pasar después a otro tipo de prácticas de abuso».
Un segundo grupo engloba a los más agresivos. «Contactan con los niños y adolescentes y los presionan para mantener un encuentro lo más rápidamente posible en el que pasan a la acción y los agreden sexualmente», señala. Y en un tercero se encontrarían los adinerados y expertos en manipulación emocional. «Estos les colman de regalos y dinero para aproximarse a ellos», apunta.
Los pederastas son personas que suelen tener problemas para relacionarse íntimamente con personas adultas, a pesar de que muchos de ellos puedan tener pareja. «Padecen soledad emocional, baja autoestima, una deficiente asertividad y tienden a saltarse las normas sociales. Además, no suelen presentar ninguna empatía con el dolor del niño y no tienen sentimiento de culpa», añade Hernández.
Busca la confianza del menor
El pedófilo siempre se aprovecha y busca la confianza del menor para manipularle. A través de internet ha encontrado el medio ideal para ello. Utilizan los chats infantiles y adolescentes, donde bajo identidades falsas usan un lenguaje juvenil, para poco a poco ir manipulándoles.
Así, comparten secretos con los niños y adolescentes, se hacen con sus direcciones y teléfonos, para posteriormente iniciar el acoso.
Las consecuencias de las agresiones y abusos sexuales son devastadoras para los menores, afirma Hernández. Entre los efectos psicológicos que se pueden presentar destacan las conductas hiperviolentas, la marginación, el consumo de drogas o la conversión, a su vez, en manipuladores.
El presidente de la Audiencia Provincial, Vicente Magro, estudia medidas para prevenir el abuso a menores. Entre ellas, charlas dirigidas a padres, profesores y menores para ayudar a detectar a este tipo de delincuentes.
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