Artículo del 30 de Diciembre del 2008
El abuso sexual infantil representa una de las vertientes más delicadas de nuestra profesión como sexólogos. Recientemente asistimos a las Jornadas Nacionales sobre Abuso Sexual Infantil, organizadas por la Consejería de Política Social, Mujer e Inmigración de Murcia.
M. A. Martín
En este evento se abordó el tema del abuso sexual infantil desde distintas perspectivas. Contó con un programa bastante completo y pudimos conocer a distintos profesionales que, de un modo o de otro, participan en el intento de solucionar este gran problema. Es verdad que cada vez existe una mayor sensibilidad por parte de la sociedad en general, pero todavía nos queda mucho camino que recorrer.
De todos los temas que se trataron hemos escogido un aspecto que no siempre está claro y que es importante considerar si queremos combatir el abuso sexual infantil. Nos referimos a qué hay que hacer cuando se sospecha que se están produciendo abusos sexuales en algún menor. Cuando una persona empieza a considerar la posibilidad de que algún niño o niña ha sido —o está siendo— víctima de abuso sexual, muchas veces no sabe cómo proceder.
Cuando quien abusa del menor es uno de sus progenitores, se presenta una situación que desafía toda lógica. Y ello contribuye a que sea difícil reconocer la situación. Para muchos, la primera reacción es de incredulidad. Suele resultar increíble y muy difícil de imaginar que un adulto se recree teniendo sexo con un menor. Más aún cuando el abusador es el padre o la madre. Sin embargo, estas cosas suceden —hasta en las mejores familias— y un importante porcentaje de los abusos son intrafamiliares.
Entonces, muchas veces, primero que nada la persona tiene que resolver este dilema: creer o no creer que un padre o una madre sea capaz de abusar sexualmente de un hijo o una hija. Si es la madre quien sospecha que el padre puede estar abusando de uno de sus hijos, se enfrentará a una terrible encrucijada, lo mismo ocurre si quien abusa es la madre y tiene que tomar medidas el padre, caso menos probable, pero no imposible como hemos podido constatar.
En cualquier caso, y sea cual sea la relación que se tenga con la posible víctima, es necesario saber lo siguiente: hay que pensar en el menor sobre todas las cosas. Su seguridad y bienestar son prioritarios
Otra situación que se presenta con una cierta frecuencia en los casos de abuso sexual es que el perpetrador sea otro miembro de la familia, abuelo, tío, primo, hermano, o el compañero sentimental de la madre. Está claro que no deseamos causar una alarma social, pero este tipo de situaciones se producen con demasiada frecuencia. Recordemos que el número de casos de abuso sexual que son denunciados representa un porcentaje muy bajo con respecto a todos los que se producen.
En cualquier caso, y sea cual sea la relación que se tenga con la posible víctima, es necesario saber lo siguiente. Hay que pensar en el menor sobre todas las cosas. Su seguridad y bienestar son prioritarios. Si hay sospechas de abuso sexual, es recomendable ponerlo en conocimiento de las autoridades. Esto no implica que se esté poniendo una denuncia o que en ese momento la denuncia sea necesaria. Más bien, se pone en conocimiento la sospecha para que se efectúen las investigaciones necesarias.
Aunque ocurre en muy pocos casos, lamentablemente, se producen denuncias falsas intencionalmente, en particular en casos de separaciones y divorcios complicados. En esos casos, la denuncia de abuso sexual se usa como arma arrojadiza al intentar obtener la custodia total sobre los hijos. Ésta es otra forma de abuso porque los menores son utilizados como objetos. Las denuncias espurias entorpecen el sistema y restan tiempo y recursos para proteger a los menores que realmente lo necesitan.
La Comunidad Valenciana cuenta con InfoAbu, un servicio subvencionado por la Generalitat Valenciana a través del cual se ofrece información y asesoramiento sobre abusos sexuales a menores, tanto a los propios menores, como a los adultos que quieran protegerlos.
http://www.soitu.es/soitu/2008/12/29/sexo/1230572961_812976.html
El abuso sexual infantil representa una de las vertientes más delicadas de nuestra profesión como sexólogos. Recientemente asistimos a las Jornadas Nacionales sobre Abuso Sexual Infantil, organizadas por la Consejería de Política Social, Mujer e Inmigración de Murcia.
M. A. Martín
En este evento se abordó el tema del abuso sexual infantil desde distintas perspectivas. Contó con un programa bastante completo y pudimos conocer a distintos profesionales que, de un modo o de otro, participan en el intento de solucionar este gran problema. Es verdad que cada vez existe una mayor sensibilidad por parte de la sociedad en general, pero todavía nos queda mucho camino que recorrer.
De todos los temas que se trataron hemos escogido un aspecto que no siempre está claro y que es importante considerar si queremos combatir el abuso sexual infantil. Nos referimos a qué hay que hacer cuando se sospecha que se están produciendo abusos sexuales en algún menor. Cuando una persona empieza a considerar la posibilidad de que algún niño o niña ha sido —o está siendo— víctima de abuso sexual, muchas veces no sabe cómo proceder.
Cuando quien abusa del menor es uno de sus progenitores, se presenta una situación que desafía toda lógica. Y ello contribuye a que sea difícil reconocer la situación. Para muchos, la primera reacción es de incredulidad. Suele resultar increíble y muy difícil de imaginar que un adulto se recree teniendo sexo con un menor. Más aún cuando el abusador es el padre o la madre. Sin embargo, estas cosas suceden —hasta en las mejores familias— y un importante porcentaje de los abusos son intrafamiliares.
Entonces, muchas veces, primero que nada la persona tiene que resolver este dilema: creer o no creer que un padre o una madre sea capaz de abusar sexualmente de un hijo o una hija. Si es la madre quien sospecha que el padre puede estar abusando de uno de sus hijos, se enfrentará a una terrible encrucijada, lo mismo ocurre si quien abusa es la madre y tiene que tomar medidas el padre, caso menos probable, pero no imposible como hemos podido constatar.
En cualquier caso, y sea cual sea la relación que se tenga con la posible víctima, es necesario saber lo siguiente: hay que pensar en el menor sobre todas las cosas. Su seguridad y bienestar son prioritarios
Otra situación que se presenta con una cierta frecuencia en los casos de abuso sexual es que el perpetrador sea otro miembro de la familia, abuelo, tío, primo, hermano, o el compañero sentimental de la madre. Está claro que no deseamos causar una alarma social, pero este tipo de situaciones se producen con demasiada frecuencia. Recordemos que el número de casos de abuso sexual que son denunciados representa un porcentaje muy bajo con respecto a todos los que se producen.
En cualquier caso, y sea cual sea la relación que se tenga con la posible víctima, es necesario saber lo siguiente. Hay que pensar en el menor sobre todas las cosas. Su seguridad y bienestar son prioritarios. Si hay sospechas de abuso sexual, es recomendable ponerlo en conocimiento de las autoridades. Esto no implica que se esté poniendo una denuncia o que en ese momento la denuncia sea necesaria. Más bien, se pone en conocimiento la sospecha para que se efectúen las investigaciones necesarias.
Aunque ocurre en muy pocos casos, lamentablemente, se producen denuncias falsas intencionalmente, en particular en casos de separaciones y divorcios complicados. En esos casos, la denuncia de abuso sexual se usa como arma arrojadiza al intentar obtener la custodia total sobre los hijos. Ésta es otra forma de abuso porque los menores son utilizados como objetos. Las denuncias espurias entorpecen el sistema y restan tiempo y recursos para proteger a los menores que realmente lo necesitan.
La Comunidad Valenciana cuenta con InfoAbu, un servicio subvencionado por la Generalitat Valenciana a través del cual se ofrece información y asesoramiento sobre abusos sexuales a menores, tanto a los propios menores, como a los adultos que quieran protegerlos.
http://www.soitu.es/soitu/2008/12/29/sexo/1230572961_812976.html
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