Artículo del 2 de Mayo del 2008
El concepto de la niñez. (Fragmento del libro: El lado oscuro del cerebro)
Los niños sólo fueron considerados diferentes a los adultos hasta hace poco tiempo. Antes del siglo XIII, como nos dice Philippe Ariés (L’enfant et la vie familiale sous l’ancient régime, 1973) los niños era como los animales domésticos: Nacían muchos y de igual manera morían en exceso ¿Para qué encariñarse con ellos? ¿Para que acordarse siquiera de sus nombres? Los iconos religiosos previos a ese siglo, cuando representaban a un niño, lo hacían como un adulto de menor dimensión. Las vestimentas de los niños, en cuanto dejaban de usar pañales, eran iguales a la de los adultos. En una serie de pinturas, que analiza Ariés, se muestra la aparición del niño en el arte, primero como una serie de seres amorfos, iguales entre sí, como elementos del paisaje, como las piedras o los árboles, para después caracterizarse de manera individual, inclusive como objetos únicos de las pinturas en los siglos XVI y XVII. Los pequeños eran ligeramente más importantes a los 7 años, en donde ya el padre hacía un esfuerzo para recordar sus nombres. Es en el siglo XVIII, en donde se considera ya al concepto de la niñez, como una etapa importante en el desarrollo humano (Jean Jaques Russeau y su libro “Emilio” 1712-1778). En ese momento se redujeron los castigos a los niños, en el hogar y en la escuela. Sin embargo el concepto de la infancia, como una etapa relevante en la vida del ser humano, sólo se sitúa al inicio del siglo XX, con el psicoanálisis primero y los avances de pedagogía y psicología infantil de las escuelas Suiza y de Italia (Jean Piaget, María Montessori, por ejemplo), las cuales exploran los procesos de maduración y cognitivos de los niños. El hecho de que los adultos de esa época tuvieran evidencias de que determinados sucesos en su infancia habían motivado tal o cual situación en la adultez, hizo que se iniciara el estudio formal de la infancia. En el siglo XIX se habían prestado ya algunos cambios preparatorios al concepto de niñez. Se puede mencionar que en ese siglo, se fundaron algunos hospitales para la protección y cuidado de los niños con dificultades en su desarrollo físico o retraso mental.
La relación imperante de los adultos respecto a los hijos fue totalmente punitiva, y centrada en el trabajo del hogar, granja y aún de las fábricas. Los hijos fueron considerados entonces, como “mano” de obra, y como seres de reposición y desechables debido a las oleadas de mortandad, peste, hambre y guerras.
Por lo anterior, se dieron abusos masivos a los niños, que a fin de cuentas eran como “adultos pequeños”. A los 7 años, un niño ya entraba en tiempo sexual y laboral. Algunos asistían a las escuelas, principalmente los hijos de nobles.
El abuso de todo tipo, principalmente físico y sexual era práctica cotidiana, aunque oculta. La historia marca el inicio del abuso sexual de los niños, a gran escala con un hombre: Gilles de Rais, Mariscal de Francia.
La leyenda de “Barba Azul”
Nacido en 1404 en el castillo de Champtocé, cerca de Nantes, Guilles de Rais prometía, sólo por su nacimiento, tener un destino radiante. Su padre Guy de Laval, era la cabeza de la ilustre familia de Laval-Montmorency, mientras que su madre, Marie de Craon, pertenecía a una de las familias más ricas del reino. Por tanto, los padres del futuro capitán general poseían unos dominios inmensos desde Bretaña hasta Poitou y desde Maine a Anjou. Único heredero, el joven debía convertirse en uno de los más poderosos señores de su época.
La muerte de Guy de Laval, asesinado en 1415, y más tarde la de su madre, que sobrevino algo después, le hicieron dueño muy joven de aquella fabulosa fortuna, al tiempo que le dejaban bajo la tutela de su abuelo materno, Jean de Craon. Este era un hombre amable, de espíritu algo fantasioso, pero que no tenía -es lo menos que puede decirse- grandes cualidades de educador. Bajo su vara, Guilles pudo entregarse a sus inclinaciones perversas, que iban a convertirlo en uno de los mayores criminales de la historia: una crueldad sin límites y un gusto inmoderado por los chicos jóvenes.
Casado muy joven -y sin gana alguna- con su prima Catherine de Thouars, que le aportó como dote unos dominios considerables lindantes con los suyos, fue a instalarse en el castillo de Tiffauges. Desasistiendo entonces a su joven esposa, empezó a llevar con sus pajes una vida totalmente dedicada a la ociosidad; una vida de la cual sólo los trabajos de la guerra pudieron sacarlo temporalmente.
Llamado a la corte de Carlos VII, Guilles de Rais llegó a Chinon sólo unos pocos días después de que Juana de Arco fuera allí para buscar al Delfín y llevarlo a Reims. Se encontró con ella y ocurrió el milagro. Desde el primer momento, Reis quedó subyugado por la autoridad angelical de la joven, y desde aquel encuentro la siguió por todas partes con una lealtad ejemplar, convirtiéndose en uno de sus más valientes compañeros.
Para Guilles de Rais, "señor y poderoso barón, valiente caballero de armas", aquello era la gloria; también hubiera podido ser el arrepentimiento y la salvación. Desgraciadamante, Juana fue capturada y quemada en Ruán. El joven capitán -sólo tenía veintiocho años- volvió a Champtocé, desesperado por la pérdida de la que para él se había convertido en un ídolo. Los dos seres que habrían podido volver a ponerle en el buen camino ya no existían. Gozando de su prodigiosa fortuna, fue de nuevo torturado por sus malos espíritus.
Enamorado de las artes y del lujo, se puso a despilfarrar sus riquezas comprando sin escatimar objetos preciosos, miniaturas y tapices, y organizando para sus jóvenes pajes fiestas suntuosas. En pocos años, y a pesar de que fue una de las mayores del reino, su fortuna quedó prácticamente consumida. Para subsanar los inconvenientes de esa situación de hombre arruinado, se volcó entonces sobre la alquimia. Atrajo a Tiffauges a los más ilustres especialistas en la piedra filosofal. Uno de ellos, un italiano llamado Preslati, le inició en la magia negra y le puso en relación con el diablo. Se acostumbró entonces a celebrar misas negras y a ofrecerle, a modo de sacrificio, las manos, los ojos o el corazón de chicos jóvenes que hacía raptar entre los campesinos de la vecindad por hombres de confianza. Estos crímenes que por otra parte no dieron ningún resultado -el oro prometido por el alquimista nunca llegó-, multiplicaron su crueldad y sus instintos perversos. Muy pronto, el capitán general se aficionó a aquel pasatiempo.
Diariamente, en las grandes torres sombrías de sus castillos de Champtocé, de Machecoul y de Tiffauges, se dedicaba a sus entretenimientos preferidos con algunos cómplices, diversiones que enumeró en estos términos el día de su increíble juicio: "degollar niños…, separar la cabeza…, desmembrarlos…, rajarlos para ver sus entrañas…, atarlos a un gancho de hierro para estrangularlos…"
Por supuesto, la multiplicación de las desapariciones acabó por suscitar rumores en el país. Jean de Malestroit, el obispo de Nantes, fue avisado que estaban ocurriendo cosas extrañas en casa del capitán general. Ordenó que se llevara a cabo una investigación. Fue realizada discretamente, pues tenían que habérselas con uno de los más poderosos barones del reino. Aunque estuvieran probados sus crímenes, no era nada evidente que se pudiera castigar a tan gran personaje. La ocasión, sin embargo, debida a una imprudencia sorprendente que cometió, se presentó.
El día de Pentecostés del año 1440, Guilles de Rais llevó efectivamente su audacia demasiado lejos. Con sesenta hombres armados, penetró a la fuerza en la iglesia Saint-Etienne-de-Mer-Morte para apoderarse de un fraile llamado Jean Le Féron, cuyo hermano le había procesado a propósito de la adquisición de un señorío. Perturbar la santa misa se consideraba en aquella época como un delito mayor. Aquel sacrilegio acarreó su perdición.
Mediante carta abierta del 13 de septiembre, el obispo acusó al capitán general "de herejía, de asesinatos de niños, de pacto con el diablo y de crímenes contra natura" -delitos todos que podían acarrear su excomunión y su condena a muerte. Guilles fue citado a comparecer ante un tribunal eclesiástico. El 15 de septiembre, el capitán de guardias del duque de Bretaña se presentó ante el castillo de Machecoul. El terrible señor se entregó sin oponer la menor resistencia.
Su juicio tuvo lugar en el castillo de Nantes. Duró todo un mes. Después de haber negado con vehemencia durante algún tiempo y tratado a los jueces del obispo con soberano desprecio, Guilles de Rais cedió. Alcanzado por la gracia, confesó haber asesinado a unos trescientos niños.
Su arrepentimiento fue absoluto; a pesar de la monstruosidad de los crímenes de los que era culpable, provocó la admiración. Su confesión hecha en presencia de una multitud gigantesca, tuvo lugar delante de una iglesia de Nantes el 22 de octubre de 1440.
Durante un interminable monólogo, Guilles de Rais expuso, dando los detalles más sórdidos, el relato de sus inimaginables crímenes. Declaró, entre otras cosas: "Por mi ardor y deleite sensual he cogido y hecho coger tantos niños que no sabría precisar con exactitud el número. Los he matado y he cometido con ellos el pecado de sodomía lo mismo antes que después de su muerte, pero también durante ella". Y todo estaba a la misma altura; fueron unas confesiones inaudibles hasta el punto de que en mitad de la audiencia Jean de Malestroit se levantó y fue a volver cara a la pared el crucifijo colocado sobre el altar.
El 26 de octubre de 1440, Guilles de Laval-Montmorency, capitán de Rais, fue ahorcado y estrangulado junto a sus dos cómplices. Bajo las horcas patibularias se encendió una hoguera purificadora que debía reducirlo a cenizas. Sin embargo, su cuerpo no fue quemado. En consideración a su alto rango, y sobre todo por su arrepentimiento, se cortó la cuerda y fue "sepultado por cuatro o cinco damas de alcurnia". Alrededor del ajusticiado, los curiosos eran abundantes. Todos lloraban y rezaban por la salvación de su alma. Su título de capitán general no bastó para salvarlo. La sombra de “Barba Azul”, cubrió de manera estereotipada con un estigma a todos los paidófilos.
¿Es la paidofilia una enfermedad mental?.
La diversidad de las conductas sexuales en las diferentes culturas que han poblado nuestro planeta y aún las existentes hoy en día son muy amplias. Es posible que cada tipo de actividad sexual que ha sido aceptada por alguna sociedad o cultura sea rechazada posteriormente. La relación entre personas adultas y niños no es la excepción a esta regla de la diversidad sexual. Aunque en nuestra sociedad occidental actual sea condenada y fuera de la ley, han existido y aún existen sociedades que no comparten este punto de vista. En Inglaterra, por seis siglos, y hasta principios del siglo XX, la edad de consentimiento sexual se estableció a partir de los 10 años de edad. Antes de ese tiempo era de 7 años, no me refiero a una cultura aborigen, sino a la cultura que por muchas centurias tuvo mentes brillantes egresados de Cambridge y Oxford, y que en ese mismo periodo fue el prototipo de un Imperio. Entre las tribus Siwans (Valle Siwans de África del Norte), los hombres tienen relaciones sexuales con niños, y si alguno de ellos se niega a hacerlo es señalado como anormal. Entre los aborígenes Aranda, la pederastia es algo común, un hombre adulto, soltero tiene a un niño entre 10 y 12 años como compañero sexual y se considera que esto es parte de la preparación del segundo, para que logre la maduración sexual en su vida adulta. Otros ejemplos se citan en sociedades polinesias y de Oceanía. Este tipo de prácticas hace que seamos más cuidadosos al analizar el carácter de una conducta sexual, calificándola como anormal, desviada, o enferma, y pone de relieve que hay una conjunción entre aspectos legales y biológicos que marcan la diferencia entre lo que es moralmente aceptado y biológicamente correcto.
La humanidad ha evolucionado no solo en las características que permiten una mayor sobrevivencia, sino también en aspectos de convivencia y optimización de las nuevas generaciones. Las conductas sexuales tipo incesto, por ejemplo, fueron rechazadas por la frecuencia con la que nacían las crías con defectos genéticos. Entonces se desarrolla la “prohibición universal” para tener relaciones sexuales consanguíneas. Lo mismo ocurrió con otras prácticas con una connotación relacionada a la higiene y los alimentos que no se podían comer a riesgo de morir o enfermar.
El caso de las llamadas parafilias ocupa un lugar interesante en el esquema evolutivo. Ya que no llevan a una optimización de la reproducción, algunas inclusive la bloquean. Parafilia, literalmente significa: “amor por lo que esta a un lado, amor colateral” En un sentido clínico son una serie de prácticas recurrentes, con una motivación sexual intensa, en donde están involucrados objetos, el sufrimiento o la humillación ya sea de la persona misma u otras personas a niños o animales. Algunas parafilias son el voyeurismo, pedofilia (paidofilia), froteurismo, sadismo, masoquismo. No hay parafílicos puros, es decir, que únicamente sean fetichistas o sádicos, por lo general hay una mezcla de diferentes tipos. Algunas otras conductas sexuales como la masturbación compulsiva, dependencia a la pornografía, promiscuidad, no son consideradas parafílias pero si acompañan con frecuencia a las parafilias.
La pedofilia o paidofilia, es el deseo de tener una relación sexual, o fantasías de tenerla con niños prepúberes. Esto es tener acercamientos sexuales con personas que están por debajo de la edad legal de consentimiento sexual. Esta edad, como se ha comentado se ha desplazado con el tiempo, de 7 años en la edad media, a 10 en el renacimiento y en el siglo XX, algo alrededor de los 18 años. El término preciso de esta actividad sería efebofilia, del griego efebo que significa adolescente. Se tiene la falsa impresión de que la paidofilia es más frecuente en nuestros días que en el pasado, sin embargo es todo lo contrario. La movilidad de la edad aceptada para ser actor en el área de la sexualidad se ha cambiado. En Inglaterra la edad fue modificada debió a la presión social por el desarrollo alarmante de prostitución infantil, más que por las implicaciones de otra índole. La costumbre inglesa, hasta el siglo XX, era casarse con niñas prepúberes y no tener relaciones sexuales con ellas, sino hasta después de que ellas presentaran su primera menstruación (menarca). La conducta de los hombres adultos, era básicamente parental, más que sexual en los primeros años de matrimonio, ellos dirigían la vida de sus esposas y las “moldeaban” (por no decir domaban) a su manera particular de ser.
La actitud de escasa tolerancia en la actualidad a los parafílicos en general, se ha visto muy influida por la moral judeo-cristiana, que ha reprobado cualquier tipo de actividad sexual que no esté enmarcada en la finalidad de la reproducción. Lo anterior no ha limitado el que las personas, por lo menos en el mundo occidental, dejen a un lado este tipo de prácticas, por el contrario han aumentado como lo indica, por ejemplo el consumo de productos relacionados con esta práctica sexual y los canales en Internet que se dedican al tema de las parafilias.
Las causas de la paidofilias son motivo aún de debate. Se han propuesto diferentes modelos para tratar de explicarla. Las más populares son la hipótesis del abusador-abusado en la infancia y la hipótesis del traslape entre las conductas parentales y las conductas sexuales. En la hipótesis del abusador-abusado, existe la propuesta de que los niños abusados sexualmente crecen para ser a su vez abusadores. En el terreno de la epidemiología, este tipo de explicación tiene poco apoyo. Sólo el 30 % de los abusadores convictos tienen ese perfil y por otro lado, las mujeres que son abusadas más frecuentemente que los hombres en la infancia, son pocas veces abusadoras sexuales infantiles ellas mismas.
La hipótesis del traslape de los “mapas” sexuales y parentales de los afectos, es más de carácter teórico, y se basa en observaciones como las ya descritas en Inglaterra y en otras sociedades en donde se dan los papeles alternos de cuidados paternos y de esposo coexistentes. Otra hipótesis sostiene que los paidófilos tienen dificultades para tener relaciones sexuales con personas cercanas a su edad, padecen de ansiedad al hacerlo, y que por lo tanto prefieren tener las relaciones sexuales con menores de edad, en donde las relaciones de poder son a favor de los adultos. El temor y el deseo sexual son en general estados incompatibles, por lo que un tipo de práctica paidofílica resuelve en apariencia el problema. Sin embargo, en contra de esta hipótesis está el hecho de que no todos los hombres que son atraídos por niños, lo haces exclusivamente con ellos, de hecho la mayoría de los paidófilos son heterosexuales, casados con una vida sexual activa.
El perfil de abusador infantil.
El abusador infantil, no es el extraño que deambula en el parque andrajazo, con una botella de algo en la mano y con la mirada turbia. El violador de niños ha entrado muchas veces a casa, se le ha estrechado su mano, se ha sentado a la mesa familiar. También ha sentado a la niña de sólo siete años en sus piernas, y enfrente de la familia entera ha puesto su mano por un tiempo exagerado en el área genital de la niña.
El violador sexual, entra y sale de las casas, porque vive en ella o es un visitante frecuente de la misma. Los abusos sexuales a los niños no implicas siempre la penetración, otras formas como las caricias, el manoseo o la manipulación psicológica sutil, para que se desnuden son todos ellos actos de abuso sexual. El abusador es una persona adolescente o adulto, conocida de la víctima: instructor, sacerdote, portero del edificio, persona relacionada a la escuela, al gimnasio, maestro, médico, psicólogo, enfermera. Pueden ser el compañero de la escuela. La razón de que la persona que comete el abuso sea una persona cercana, dificulta mucho la identificación y más la delación de la misma..
Las acciones se pueden dar en diferentes tenores, desde un acercamiento casual, una seducción, y sobornos. Pero también puede llegar a extremos como insultos, golpes y amenazas. El abusador sabe muchas estrategias, y las combina: chantaje (si me denuncias vas a pagarla), puede haber amenazas físicas e insultos, amenazas de lesionar a padres, a hermanos.
El abuso infantil implica un hecho de abuso de poder y confianza. El tipo de abuso difiere entre géneros: los niños varones son golpeados , maltratados, mientras que las niñas son abusadas sexualmente. El 97 % de los abusadores son hombres. El abuso puede ser aislado, es decir de tipo esporádico, o hacerse repetido y constante, esto va a depender de la facilidad con la que el abusador este cerca de la víctima, de la seducción, amenazas, dinero o regalos que este administrando en paralelo. Las amenazas juegan un papel muy relevante. Estas pueden ser directas sobre la víctima: “Si me delatas te mato” o indirectas sobre algún familiar: “Si me acusas tu madre morirá o tus hermanos serán desaparecidos”. El engaño, es otra de las herramientas que emplean los abusadores: “Te acaricio tu colita para sacar los malos espíritus y que el diablo se vaya”; “Este masaje es bueno para que crezca alta y bella, todas las niñas lo reciben, pero no se lo dicen a nadie”.
En el 75 % de los casos el ofensor es conocido por el niño y la familia. En el 40 % de los casos el abuso no fue un hecho aislado sino que se prolongó por un promedio de 7 años. Un elevado porcentaje de las víctimas de abuso sexual, no cuenta nunca lo que les sucedió.
El abuso sexual tiene un patrón característico que va en aumento. En un primer momento solo se presenta como un juego, el segundo paso se caracteriza por caricias sexuales más intensas, exhibicionismo, hasta llegar a alguna forma de penetración. La tercera fase es la del secreto. Este secreto puede ser por parte exclusiva de la víctima, o inclusive de los familiares o personas cercanas que al descubrir el hecho, conminan a la victima a mantenerlo oculto, siempre en secreto. El pensamiento distorsionado subyacente en la familia es: “La gente no va a pensar que te forzaron sino que tú te lo buscaste”
El secreto es el que lleva más frecuentemente a las manifestaciones de ansiedad y trauma psicológico, en los niños, que la comunicación abierta. Las víctimas no comunican “su secreto” por tres tipos de factores:
No van a ser creídos por los padres, es más, las van a castigar por ese tipo de relatos, que atribuyen a una imaginación erotizada.
Van a crear muchos problemas en la familia, todos los cuales van a ser culpa de la víctima.
La amenaza constante del agresor sobre las repercusiones en la víctima, la familia y aún del descrédito de ellas ante la sociedad.
El abusador puede hacer creer a su víctima, que ella fue quien lo provocó a él, por lo tanto es ella la responsable de lo que sucede. Este aspecto lleva a un exceso de culpa
La familia descubre y se confronta con el abuso mediante diferentes caminos: la víctima presenta lesiones, resulta embarazada, cambios conductuales severos. La primera reacción de los padres ante las evidencias referidas, son de negación del abuso, se atribuyen a fantasías. Hay que subrayar que sólo el 2 % de los relatos de abusos y violencia de los niños, se relacionan con fantasías, el resto son situaciones reales y hay que prestar atención de inmediato.
Indicadores de violencia infantil
El cambio súbito de conducta del niño, después que llegó un día más tarde de lo acostumbrado, con desarreglos de ropa y datos de golpes, los cuales se atribuyen a diferentes causas, o que son minimizados por los niños, es el primer aviso de que algo le sucedió al infante. Los indicadores físicos del abuso sexual son: inflamación en áreas genitales, desgarro de ropa interior, sangre en áreas genitales y anales. Los cambios en el comportamiento más frecuentes son: aislamiento, irritabilidad, depresión, ansiedad, problemas en la escuela, posición de autodefensa. Hay baja importante en el apetito, que puede llevarse a extremos de anorexia o bulimia. El sueño fragmentado e intranquilo con pesadillas, en donde tema de la violación o abuso sexual son el patrón característico. Pueden observarse episodios de enuresis nocturna (orinarse). En la higiene personal, hay una obsesión por la limpieza, por la meticulosidad. El niños se baña en exceso porque trata de quitarse la suciedad, se siente sucia, manchada. Esto se complica porque en las niñas con abusos sexuales repetidos, se desarrolla una ambivalencia, por un lado es el hecho de forzar su intimidad, pero después viene la erotización, esto crea una sensación incomprensible: “¿Cómo es posible que esto que hacen conmigo me guste?”
En el área sexual se presentan una serie de actitudes desproporcionadas para la edad de los niños: juegos sexuales con chicos de su edad, en donde incluso puede estar repitiendo lo que les sucede, como una forma de comunicar y de desensibilizarse de las experiencias traumáticas y dolorosas. Hay un aumento en la masturbación y aumento de la curiosidad sexual. Hay que recalcar que estas conductas son compensatorias y están siendo una forma de exploración que el infante utiliza para entender las serie de emociones que se agolpan en su cabeza cuando tiene esas experiencias.
¡¡El abuso sexual se da porque existe un abusador!!.
Esto significa que no son las características de la víctima (provocadora, tímida, de figura atractiva, etcétera) o de la familia (permisivos, tolerantes, con poco cuidado por los hijos), o las circunstancias sociales las que facilitan el crimen, esto retira la culpa de ambos: familia y víctima. Las violaciones y abuso sexual son obra de predadores, seres enfermos, que desconocen en su mayoría la destrucción que dejan a su paso por el mero acto de eyacular.
Una situación aparte es la del incesto, esto es el que un miembro familiar directo de la victima tenga relaciones sexuales con seducción amenazas o violencia. Los padres, hermanos, tíos, abuelos, primos, son las personas que más frecuentemente se ven involucrados en las relaciones incestuosas. Un aspecto fundamental del incesto es la coacción de la niña abusada con el fin de que guarde el secreto. Este hecho, es el que permite que el incesto permanezca oculto.
EL patrón común del incesto en las niñas pocas veces es el de la violencia física. La seducción, el engaño – generalmente se le hace pensar a la víctima que ella es la elegida entre el resto de las mujeres de la familia – el soborno, o chantaje. En las niñas se manejan más aspectos que tienen que ver con los sentimientos, los afectos y el amor. En un caso de incesto, había 4 hijas de diferentes edades, todas habían tenido relaciones sexuales con el padre por una temporada. Él les mencionaba que era normal esta situación, que promovía su desarrollo sexual, que era un secreto que todas las mujeres del mundo guardaban, como el secreto de la menstruación. Sólo hasta que la más pequeña de las hermanas impidió que la tocara su padre e hizo una gran escándalo una noche, fue que el resto de las hermanas se dieron cuenta de que habían permitido, cada una de ellas con su silencio que las otras hermanas fueran molestadas por el padre. En algunas ocasiones lo sabe incluso la madre, quien se vuelve cómplice del esposo, esto es más frecuente que ocurra, cuando el abusador es el padrastro o amante de la madre y por el temor de ser abandonada, permite que abusen de las hijas.
El secreto en el incesto, le genera un gran poder al abusador, puede haber seducción y engaño para que guarde el secreto, pero también amenazas. El incesto puede ser negado por otros miembros de la familia, con la finalidad de no perder la estructura, cohesión y seguridad de la misma. Esto no quiere decir que la familia apruebe el que se cometa el incesto, simplemente no quiere que se haga público, por el descrédito que generará en ellos como familia.
Mitos y leyendas sobre los abusadores infantiles.
La opinión pública en los últimos 10 años ha generado sus conocimientos de los “talk-shows” y de la prensa llamada sensacionalista o amarillista. Esto ha dado como resultado que las concepciones que se tienen de fenómenos sociales como el que describimos sea distorsionado en la mayoría de los casos. A continuación se comentan algunas de los errores más frecuentes respecto a los abusadores.
Los abusadores infantiles son seres marginales con problemas psicológicos serios. Se han reportado que la mayoría de las personas que son detenidas y consignadas por este tipo de delitos presentan un patrón anormal de conducta, el cual está caracterizado por se disléxicos, problemas de ajuste social, privación en la infancia (negligencia o abuso), impulsividad y con frecuencia tienen asociación con alteraciones psiquiátricas que incluyen trastornos de la personalidad, alcoholismo y adicción a otras drogas. Sin embargo, el problema de este tipo de estudios es que la muestra de sujetos de las cuales se obtienen estos datos son solo las personas atrapadas o denunciadas. Si se parte de la base de que una gran mayoría de casos no son denunciados o atrapados legalmente, entonces es muy difícil hacer una generalización del perfil del abusador infantil, solo basándose en los que son condenados por la justicia.
Los abusadores infantiles son víctimas de abusos sexuales o físicos en la infancia. Esto se ha convertido en una especie de axioma, que en la práctica tiene poco apoyo, como ya se ha comentado anteriormente. Cuando se buscan evidencias epidemiológicas de lo anterior realmente tienen poco apoyo, por ejemplo, la afirmación de que los abusadores de niños fueron abusados en la infancia, en por lo menos dos estudios se encontró que los porcentajes de abusadores infantiles que presentaron ellos mismos el mismo patrón en su infancia, no difiere de aquellos que nunca fueron abusados de niños. Otras propuestas que se han estudiado en este sentido es que la edad en que fueron abusados de niños, corresponde a la edad de sus víctimas, o que el tipo de abuso sexual de los criminales es igual al que ellos fueron objeto, todos estos estudios no han dado como resultado una confirmación a la hipótesis de una posible “huella” o “cicatriz” en la infancia del abusador infantil. Esto último es muy importante, porque implica que existen mecanismos de compensación o de “cicatrización” mental, que salva de una especie de determinismo psicológico, en el cual no necesariamente se van a repetir los traumas del pasado, pero ahora en la posición de verdugo. En un meta-análisis Hanson y Slater (1988) estudiaron 18 trabajos con 1 717 ofensores sexuales, la relación entre abuso sexual en la infancia y que repitieran la pauta en la etapa adulta como abusadores no resulto significativa. Finalmente se apunta que las mujeres son con más frecuencia víctimas de abuso sexual en la infancia y el porcentaje de mujeres abusadoras infantiles es verdaderamente bajo.
Otro mito sobre los abusadores infantiles es que su problema se relaciona con la masturbación excesiva (¡No es broma! Es una de las preconcepciones más frecuentes aún hoy día, de que la masturbación es la causa de todos las llamadas “perversiones”). Sin embargo, en estudios controlados con abusadores sexuales detenidos, en donde a un grupo se prohibió la masturbación y a otro grupo se le promovió, se encontró que en los primeros aumento de manera significativa el deseo que realizar un ofensa sexual, en la evaluación de sus fantasías sexuales, mientras que el grupo con masturbación regular, el deseo de realizar delitos sexuales bajó notablemente. Más evidencias al respecto surgieron de una fuente de información no sospechada. Las personas que inician con una enfermedad motora denominada Corea de Huntington tienen una aparición significativa de parafilias. La enfermedad de Huntington, es hereditaria autosómica dominante, en donde unas estructuras cerebrales que regulan los movimientos finos, llamados ganglios basales, y en especial en núcleo caudado se degeneran. En un estudio con 39 pacientes con la enfermedad de Huntington, 32 presentaron alteraciones en su conducta sexual previa. La alteración en la función sexual que se observó en paralelo en estos pacientes fue la inhibición del orgasmo y al ocurrir esto se dispararon las parafilias. Esto sugiere que los hombres que son incapaces de tener orgasmo, o si este se da con dificultad, activa conductas parafílicas.. Otra alteración neurológica en donde también están involucrados los Ganglios Basales es la Enfermedad de Gilles de la Tourette. Los pacientes afectados por esta alteración presentan tics (movimientos repetidos y no controlados en áreas específicas), la emisión de sonidos y de groserías incontrolables. Estas personas tienen una alta frecuencia de parafilias. La conclusión en este punto es que la masturbación es tan saludable en los ofensores sexuales, como lo es en la comunidad en general, además de que se ha reportado que puede ser un factor que disminuya la frecuencia de cáncer de próstata. El hecho de que las parafilias y concretamente la paidofilila se den también como consecuencia de enfermedades neurológicas y psiquiátricas, debe de hacernos más cautos en los juicio condenatorios a este tipo de personas, no todos los paidófilos son “Barba Azul”.
Otro mito con los abusadores infantiles es que tienen niveles altos de testosterona )la hormona sexual masculina producida en los testículos), esto ha llevado a utilizar sustancias que bloquean la acción de esta hormona en ofensores sexuales, sin que se encuentre que existan los resultados esperados. La única estrategia que ha dado resultado en esta área es la castración (retirar testículos), sin embargo una persona castrada aún puede tener relaciones sexuales y esto potencialmente implica que puede volver a delinquir. En estados Unidos de América desde 1996 se ha aceptado una ley para ofensores sexuales que consiste en la castración.
El siguiente mito sostiene que los abusadores sexuales y concretamente los abusadores infantiles no pueden ser rehabilitados o curados. Hay un meta-análisis que revisó 87 estudios en donde se muestra que los tratamientos actuales son efectivos. La principal crítica a los estudios que sostienen que este tipo de sujetos recae, radica en el cómo están definidas las recaídas. El pasar enfrente de una escuela primaria o estar sentados en un parque en donde asisten niños, es definido por algunos estudios como recaída y esto infla mucho las cifras en esta área. Los tratamientos combinados con antidepresivos inhibidores de la recaptura de la serotonina, anti-andrógenos, hormonas feminizantes, y terapia cognitivo conductual han mostrado sólo un 19 % de recaídas.
El gran problema por resolver con los abusadores infantiles es el de la prevención, es decir impedir que inicien o continúen con sus acciones. Los abusadores se dan cuenta en un punto de sus vidas que lo que hacen esta mal, pero no pueden evitarlo, no pueden tampoco acudir por ayuda por temor a las repercusiones legales, la única alternativa es dejarse atrapar, lo cual no siempre es aceptado. Por esta razón algunos grupos anónimos han surgido en algunos países, en donde se trabaja con el modelo de los grupos de auto-ayuda tipo “Alcoholicos Anónimos”. En Estados Unidos de América esta legislado que se debe de reportar por parte de médicos, psicólogos, trabajadoras sociales, enfermeras, consejeros y maestros, la consulta que haga algún paidófilo, por arriba del secreto profesional. Esto lleva a que no se tengan canales adecuados para que una persona con este tipo de parafilia reciba tratamiento. En las prisiones, los paidófilos son tratados mal, inclusive por otros criminales y no existen programas de rehabilitación adecuados. Las estrategias de tratamiento, sin embargo están disponibles, medicamentos, hormonas y terapias de control de impulso, funcionan en un porcentaje importante de pacientes, logrando que estos sean capaces de controlar sus impulsos paidófilos, y con esto limitar el daño a los niños y a ellos mismos.
El problema de paidófilo y de los niños violentados está ahí. Las estrategias persecutorias para unos y rehabilitadores o negadoras para los segundos no ha sido la mejor opción. Hay que enfrentar este tipo de problemas con la prevención y rehabilitación de los aquejados por esta parafilia y de esta manera romper en uno de los puntos la cadena de violencia reciproca en estos seres humanos.
RIO MISTICO (Dir: Clint Eastwood. EUA- 2003)
Las repercusiones que tiene el abuso sexual en los infantes no solo impacta a quien fue objeto de tal violencia, sino también a los amigos que se percibe eternamente, como las víctimas que pudieron ser, en caso de que ello y no su amiguito hubieran sido objeto de la violencia de los pederastas.
La película “Rio mistico), está basada en la novela homóloga del escritor Dennis Lehane, la cual ha recogido bastantes elogio, por la forma como este escritor de 35 años, ha sabido presentar el drama de una comunidad de los barrios bravos de la ciudad de Boston.
En una historia de crímenes y misterios. Tres niños de 13 años, juegan en una de las calles de su barrio: Sean, Dave y Jimmy. Pierden su pelota por una alcantarilla, y este hecho banal, los hace, lideriados por Jimmy, hacer un arto vandálico menor: grabar sus nombres en el cemento fresco del pavimento. El único nombre del cual hay solo dos letras es el de Dave. Dos pederastas adultos, que se hacen pasar por policís, pasan en ese momento y suben al auto sólo a uno de los chicos: Dave. Este es secuestrado y violado por 4 días hasta que logra escapar de sus captores.
Veinticinco años después, Sean Devine (Kevin Bacon), es un detective de homicidios, cuya extraña esposa, se ha separado de él para tener a su hija, y lo llama diariamente sin decir una sola palabra. Jimmy Marcus (Sean Penn), es un excobvicto, que fue a prisión por una asalto a una licoraría y que a pesar de que mantiene una tienda de abarrotes él mismo, sigue vinculado a la mafia del barrio. Finalmente está la “bomba de tiempo” Dave Boyle (Tim Robbins), quien después de escapar de los pederastas, le fue negado cualquier comunicación sobre lo sucedido, y está de manera constante al borde de una escisión.
Una tragedia lleva a los tres hombres a unirse nuevamente. Katy Marcus es encontrada asesinada de un balazo, pero antes la tundieron a golpes. La noche en que fue asesinada, David regreso muy tarde a su casa y esta totalmente manchado de sangre, con heridas en su abdomen y mano. Celeste su esposa (Marcia Gay Harden), lo cura, y escucha la historia de Dave, respecto a un intento de asalto del que fue objeto, en donde mató finalmente a golpes a su asaltante.
Katy es una adolescente de 19 años que planeaba fugarse el fin de semana, con un novio oculto, que resulta ser el hijo mayo de un complica de Jimmy, aquel con el cual asaltaron la licorería, por la que solo él fue a la prisión. Sean Devine, es asignado al caso de la muerte de la hija de su amigo de la infancia. El principal sospechoso es David, situación que es reforzada por la delación de la esposa, que es prima de la esposa de Jimmy.
La película se resuelve de una manera inesperada, y dejando un rastro de víctimas inocentes. La dirección de Clin Eastwood, es también digna de mencionar, con un muy buen ritmo de narración, la película no se centra exclusivamente en el thriller policiaco de la búsqueda de los asesinos, sino en los conflicto de los personajes y de estos para con las personas que les rodean. El desfile del “4 de julio” al final de la película enmarca realmente el río de gente que fluye al parecer con actitudes de gozo y aplausos, pero en cada rostro hay un drama personal del cual los espectadores hemos tenido sólo una probadita.
MATILDA 1996 (Dir. Danny de Vito) – Estados Unidos de América
En esta película se combinan el maltrato por negligencia, y las fantasías que desarrollaría un niño víctima de esas circunstancias. Matilda es la segunda hija del matrimonio de Harry (Danny DeVito) él es un vendedor de autos usados, a los que mal arregla para venderlos a precios muy elevados. La madre (Rhea Perlman) es una jugadora compulsiva. Su hermano es igual al padre. La única diferente en la familia es Matilda (Mara Wilson).
Al nacer, se le llevan a casa y se les olvida la bebé en la parte posterior de la camioneta, ese olvido será emblemático de la cadena de negligencias, que se suceden a lo largo e los primeros años de vida de la niña, que da como resultado el que los padres nunca se percaten de la inteligencia precoz de la niña. Ella aprende a leer sola, a hacer cuentas, a valerse por si misma. A los 6 años asiste a la biblioteca pública e inicia la lectura de cientos de libros. Mientras ella lee, su familia de trogloditas ven en la televisión los típicos programas de concursos y demás otros espectáculos que no motivan en lo mas mínimo a la niña.
Cuando por fin consigue asistir al colegio, se encuentra que la directora Ágata (Tronchatoro, es la versión femenina de un ogro: fuete en mano, fornida casi obesa, insulta, maldice y lanza al aire a los chicos que a su juicio se portan indebidamente. Lo único que vale la pena es la maestra de Matilda, la señorita Honey. Ellas dos desarrollan una buena amistad. La señorita Honey, le confiesa a Matilda, que Tronchatoro es su tía, la cual fue traída a la casa paterna después de que Matilda quedó huérfana de madre.
Tronchatoro es lanzadora de jabalina, martillo y bala. En la casa de la familia de Honey, y que ahora habita en soledad Tronchatoro, Hay muchos recuerdos para la maestra Honey, uno de ellos son la caja chocolates y la muñeca de su infancia. Tratan de recuperar esta última, pero no lo logran ya que regresa súbitamente, Tronchatoro y las persigue por toda la casa sin atraparlas.
Matilda ha desarrollado un poder telecinético, es decir mueve cosas a distancia, que se manifiesta primero cuando la niña está enojada, y luego lo desarrolla en otras condiciones, Este don de telequinecia es lo que permite, primero recuperar la muñeca de la maestra Honey y luego linchar y expulsar a Tronchatoro. Al final, los madres de Matilda la dan en adopción a la maestro Honey , cuando ellos abandonan la ciudad de prisa al ser perseguidos por el FBI y la policía por sus reparaciones fraudulentas a los autos.
La película Matilda, se inscribe en un mundo fantástico, en donde los niños olvidados, son capaces de desarrollar ciertas capacidades mentales o mágicas, que les permiten lidiar cómodamente, con su situación de marginalidad y desesperanza. En ese sentido Matilda en un “bello cuento”, en donde la niña heroína se despide y desprende de todos. El tema es común en otras historietas y leyendas: los niño maltratados, abandonas, y la redención de ellos, sobre todo a través de la magia o de un suceso extraordinario. En “Peter-Pan”, hay un grupo de niños, llamados “Niños Perdidos” , que se cayeron de los carritos de sus nanas o madres y después de 4 días fueron a parar a la tierra de nunca jamás. El ejemplo mas reciente es el de Harry Potter, un niño huérfano de padre, que es recogido por uno tíos y un primo que lo maltratan, pero que finalmente Harry suele superarlos gracias a la magia.
El concepto de la niñez. (Fragmento del libro: El lado oscuro del cerebro)
Los niños sólo fueron considerados diferentes a los adultos hasta hace poco tiempo. Antes del siglo XIII, como nos dice Philippe Ariés (L’enfant et la vie familiale sous l’ancient régime, 1973) los niños era como los animales domésticos: Nacían muchos y de igual manera morían en exceso ¿Para qué encariñarse con ellos? ¿Para que acordarse siquiera de sus nombres? Los iconos religiosos previos a ese siglo, cuando representaban a un niño, lo hacían como un adulto de menor dimensión. Las vestimentas de los niños, en cuanto dejaban de usar pañales, eran iguales a la de los adultos. En una serie de pinturas, que analiza Ariés, se muestra la aparición del niño en el arte, primero como una serie de seres amorfos, iguales entre sí, como elementos del paisaje, como las piedras o los árboles, para después caracterizarse de manera individual, inclusive como objetos únicos de las pinturas en los siglos XVI y XVII. Los pequeños eran ligeramente más importantes a los 7 años, en donde ya el padre hacía un esfuerzo para recordar sus nombres. Es en el siglo XVIII, en donde se considera ya al concepto de la niñez, como una etapa importante en el desarrollo humano (Jean Jaques Russeau y su libro “Emilio” 1712-1778). En ese momento se redujeron los castigos a los niños, en el hogar y en la escuela. Sin embargo el concepto de la infancia, como una etapa relevante en la vida del ser humano, sólo se sitúa al inicio del siglo XX, con el psicoanálisis primero y los avances de pedagogía y psicología infantil de las escuelas Suiza y de Italia (Jean Piaget, María Montessori, por ejemplo), las cuales exploran los procesos de maduración y cognitivos de los niños. El hecho de que los adultos de esa época tuvieran evidencias de que determinados sucesos en su infancia habían motivado tal o cual situación en la adultez, hizo que se iniciara el estudio formal de la infancia. En el siglo XIX se habían prestado ya algunos cambios preparatorios al concepto de niñez. Se puede mencionar que en ese siglo, se fundaron algunos hospitales para la protección y cuidado de los niños con dificultades en su desarrollo físico o retraso mental.
La relación imperante de los adultos respecto a los hijos fue totalmente punitiva, y centrada en el trabajo del hogar, granja y aún de las fábricas. Los hijos fueron considerados entonces, como “mano” de obra, y como seres de reposición y desechables debido a las oleadas de mortandad, peste, hambre y guerras.
Por lo anterior, se dieron abusos masivos a los niños, que a fin de cuentas eran como “adultos pequeños”. A los 7 años, un niño ya entraba en tiempo sexual y laboral. Algunos asistían a las escuelas, principalmente los hijos de nobles.
El abuso de todo tipo, principalmente físico y sexual era práctica cotidiana, aunque oculta. La historia marca el inicio del abuso sexual de los niños, a gran escala con un hombre: Gilles de Rais, Mariscal de Francia.
La leyenda de “Barba Azul”
Nacido en 1404 en el castillo de Champtocé, cerca de Nantes, Guilles de Rais prometía, sólo por su nacimiento, tener un destino radiante. Su padre Guy de Laval, era la cabeza de la ilustre familia de Laval-Montmorency, mientras que su madre, Marie de Craon, pertenecía a una de las familias más ricas del reino. Por tanto, los padres del futuro capitán general poseían unos dominios inmensos desde Bretaña hasta Poitou y desde Maine a Anjou. Único heredero, el joven debía convertirse en uno de los más poderosos señores de su época.
La muerte de Guy de Laval, asesinado en 1415, y más tarde la de su madre, que sobrevino algo después, le hicieron dueño muy joven de aquella fabulosa fortuna, al tiempo que le dejaban bajo la tutela de su abuelo materno, Jean de Craon. Este era un hombre amable, de espíritu algo fantasioso, pero que no tenía -es lo menos que puede decirse- grandes cualidades de educador. Bajo su vara, Guilles pudo entregarse a sus inclinaciones perversas, que iban a convertirlo en uno de los mayores criminales de la historia: una crueldad sin límites y un gusto inmoderado por los chicos jóvenes.
Casado muy joven -y sin gana alguna- con su prima Catherine de Thouars, que le aportó como dote unos dominios considerables lindantes con los suyos, fue a instalarse en el castillo de Tiffauges. Desasistiendo entonces a su joven esposa, empezó a llevar con sus pajes una vida totalmente dedicada a la ociosidad; una vida de la cual sólo los trabajos de la guerra pudieron sacarlo temporalmente.
Llamado a la corte de Carlos VII, Guilles de Rais llegó a Chinon sólo unos pocos días después de que Juana de Arco fuera allí para buscar al Delfín y llevarlo a Reims. Se encontró con ella y ocurrió el milagro. Desde el primer momento, Reis quedó subyugado por la autoridad angelical de la joven, y desde aquel encuentro la siguió por todas partes con una lealtad ejemplar, convirtiéndose en uno de sus más valientes compañeros.
Para Guilles de Rais, "señor y poderoso barón, valiente caballero de armas", aquello era la gloria; también hubiera podido ser el arrepentimiento y la salvación. Desgraciadamante, Juana fue capturada y quemada en Ruán. El joven capitán -sólo tenía veintiocho años- volvió a Champtocé, desesperado por la pérdida de la que para él se había convertido en un ídolo. Los dos seres que habrían podido volver a ponerle en el buen camino ya no existían. Gozando de su prodigiosa fortuna, fue de nuevo torturado por sus malos espíritus.
Enamorado de las artes y del lujo, se puso a despilfarrar sus riquezas comprando sin escatimar objetos preciosos, miniaturas y tapices, y organizando para sus jóvenes pajes fiestas suntuosas. En pocos años, y a pesar de que fue una de las mayores del reino, su fortuna quedó prácticamente consumida. Para subsanar los inconvenientes de esa situación de hombre arruinado, se volcó entonces sobre la alquimia. Atrajo a Tiffauges a los más ilustres especialistas en la piedra filosofal. Uno de ellos, un italiano llamado Preslati, le inició en la magia negra y le puso en relación con el diablo. Se acostumbró entonces a celebrar misas negras y a ofrecerle, a modo de sacrificio, las manos, los ojos o el corazón de chicos jóvenes que hacía raptar entre los campesinos de la vecindad por hombres de confianza. Estos crímenes que por otra parte no dieron ningún resultado -el oro prometido por el alquimista nunca llegó-, multiplicaron su crueldad y sus instintos perversos. Muy pronto, el capitán general se aficionó a aquel pasatiempo.
Diariamente, en las grandes torres sombrías de sus castillos de Champtocé, de Machecoul y de Tiffauges, se dedicaba a sus entretenimientos preferidos con algunos cómplices, diversiones que enumeró en estos términos el día de su increíble juicio: "degollar niños…, separar la cabeza…, desmembrarlos…, rajarlos para ver sus entrañas…, atarlos a un gancho de hierro para estrangularlos…"
Por supuesto, la multiplicación de las desapariciones acabó por suscitar rumores en el país. Jean de Malestroit, el obispo de Nantes, fue avisado que estaban ocurriendo cosas extrañas en casa del capitán general. Ordenó que se llevara a cabo una investigación. Fue realizada discretamente, pues tenían que habérselas con uno de los más poderosos barones del reino. Aunque estuvieran probados sus crímenes, no era nada evidente que se pudiera castigar a tan gran personaje. La ocasión, sin embargo, debida a una imprudencia sorprendente que cometió, se presentó.
El día de Pentecostés del año 1440, Guilles de Rais llevó efectivamente su audacia demasiado lejos. Con sesenta hombres armados, penetró a la fuerza en la iglesia Saint-Etienne-de-Mer-Morte para apoderarse de un fraile llamado Jean Le Féron, cuyo hermano le había procesado a propósito de la adquisición de un señorío. Perturbar la santa misa se consideraba en aquella época como un delito mayor. Aquel sacrilegio acarreó su perdición.
Mediante carta abierta del 13 de septiembre, el obispo acusó al capitán general "de herejía, de asesinatos de niños, de pacto con el diablo y de crímenes contra natura" -delitos todos que podían acarrear su excomunión y su condena a muerte. Guilles fue citado a comparecer ante un tribunal eclesiástico. El 15 de septiembre, el capitán de guardias del duque de Bretaña se presentó ante el castillo de Machecoul. El terrible señor se entregó sin oponer la menor resistencia.
Su juicio tuvo lugar en el castillo de Nantes. Duró todo un mes. Después de haber negado con vehemencia durante algún tiempo y tratado a los jueces del obispo con soberano desprecio, Guilles de Rais cedió. Alcanzado por la gracia, confesó haber asesinado a unos trescientos niños.
Su arrepentimiento fue absoluto; a pesar de la monstruosidad de los crímenes de los que era culpable, provocó la admiración. Su confesión hecha en presencia de una multitud gigantesca, tuvo lugar delante de una iglesia de Nantes el 22 de octubre de 1440.
Durante un interminable monólogo, Guilles de Rais expuso, dando los detalles más sórdidos, el relato de sus inimaginables crímenes. Declaró, entre otras cosas: "Por mi ardor y deleite sensual he cogido y hecho coger tantos niños que no sabría precisar con exactitud el número. Los he matado y he cometido con ellos el pecado de sodomía lo mismo antes que después de su muerte, pero también durante ella". Y todo estaba a la misma altura; fueron unas confesiones inaudibles hasta el punto de que en mitad de la audiencia Jean de Malestroit se levantó y fue a volver cara a la pared el crucifijo colocado sobre el altar.
El 26 de octubre de 1440, Guilles de Laval-Montmorency, capitán de Rais, fue ahorcado y estrangulado junto a sus dos cómplices. Bajo las horcas patibularias se encendió una hoguera purificadora que debía reducirlo a cenizas. Sin embargo, su cuerpo no fue quemado. En consideración a su alto rango, y sobre todo por su arrepentimiento, se cortó la cuerda y fue "sepultado por cuatro o cinco damas de alcurnia". Alrededor del ajusticiado, los curiosos eran abundantes. Todos lloraban y rezaban por la salvación de su alma. Su título de capitán general no bastó para salvarlo. La sombra de “Barba Azul”, cubrió de manera estereotipada con un estigma a todos los paidófilos.
¿Es la paidofilia una enfermedad mental?.
La diversidad de las conductas sexuales en las diferentes culturas que han poblado nuestro planeta y aún las existentes hoy en día son muy amplias. Es posible que cada tipo de actividad sexual que ha sido aceptada por alguna sociedad o cultura sea rechazada posteriormente. La relación entre personas adultas y niños no es la excepción a esta regla de la diversidad sexual. Aunque en nuestra sociedad occidental actual sea condenada y fuera de la ley, han existido y aún existen sociedades que no comparten este punto de vista. En Inglaterra, por seis siglos, y hasta principios del siglo XX, la edad de consentimiento sexual se estableció a partir de los 10 años de edad. Antes de ese tiempo era de 7 años, no me refiero a una cultura aborigen, sino a la cultura que por muchas centurias tuvo mentes brillantes egresados de Cambridge y Oxford, y que en ese mismo periodo fue el prototipo de un Imperio. Entre las tribus Siwans (Valle Siwans de África del Norte), los hombres tienen relaciones sexuales con niños, y si alguno de ellos se niega a hacerlo es señalado como anormal. Entre los aborígenes Aranda, la pederastia es algo común, un hombre adulto, soltero tiene a un niño entre 10 y 12 años como compañero sexual y se considera que esto es parte de la preparación del segundo, para que logre la maduración sexual en su vida adulta. Otros ejemplos se citan en sociedades polinesias y de Oceanía. Este tipo de prácticas hace que seamos más cuidadosos al analizar el carácter de una conducta sexual, calificándola como anormal, desviada, o enferma, y pone de relieve que hay una conjunción entre aspectos legales y biológicos que marcan la diferencia entre lo que es moralmente aceptado y biológicamente correcto.
La humanidad ha evolucionado no solo en las características que permiten una mayor sobrevivencia, sino también en aspectos de convivencia y optimización de las nuevas generaciones. Las conductas sexuales tipo incesto, por ejemplo, fueron rechazadas por la frecuencia con la que nacían las crías con defectos genéticos. Entonces se desarrolla la “prohibición universal” para tener relaciones sexuales consanguíneas. Lo mismo ocurrió con otras prácticas con una connotación relacionada a la higiene y los alimentos que no se podían comer a riesgo de morir o enfermar.
El caso de las llamadas parafilias ocupa un lugar interesante en el esquema evolutivo. Ya que no llevan a una optimización de la reproducción, algunas inclusive la bloquean. Parafilia, literalmente significa: “amor por lo que esta a un lado, amor colateral” En un sentido clínico son una serie de prácticas recurrentes, con una motivación sexual intensa, en donde están involucrados objetos, el sufrimiento o la humillación ya sea de la persona misma u otras personas a niños o animales. Algunas parafilias son el voyeurismo, pedofilia (paidofilia), froteurismo, sadismo, masoquismo. No hay parafílicos puros, es decir, que únicamente sean fetichistas o sádicos, por lo general hay una mezcla de diferentes tipos. Algunas otras conductas sexuales como la masturbación compulsiva, dependencia a la pornografía, promiscuidad, no son consideradas parafílias pero si acompañan con frecuencia a las parafilias.
La pedofilia o paidofilia, es el deseo de tener una relación sexual, o fantasías de tenerla con niños prepúberes. Esto es tener acercamientos sexuales con personas que están por debajo de la edad legal de consentimiento sexual. Esta edad, como se ha comentado se ha desplazado con el tiempo, de 7 años en la edad media, a 10 en el renacimiento y en el siglo XX, algo alrededor de los 18 años. El término preciso de esta actividad sería efebofilia, del griego efebo que significa adolescente. Se tiene la falsa impresión de que la paidofilia es más frecuente en nuestros días que en el pasado, sin embargo es todo lo contrario. La movilidad de la edad aceptada para ser actor en el área de la sexualidad se ha cambiado. En Inglaterra la edad fue modificada debió a la presión social por el desarrollo alarmante de prostitución infantil, más que por las implicaciones de otra índole. La costumbre inglesa, hasta el siglo XX, era casarse con niñas prepúberes y no tener relaciones sexuales con ellas, sino hasta después de que ellas presentaran su primera menstruación (menarca). La conducta de los hombres adultos, era básicamente parental, más que sexual en los primeros años de matrimonio, ellos dirigían la vida de sus esposas y las “moldeaban” (por no decir domaban) a su manera particular de ser.
La actitud de escasa tolerancia en la actualidad a los parafílicos en general, se ha visto muy influida por la moral judeo-cristiana, que ha reprobado cualquier tipo de actividad sexual que no esté enmarcada en la finalidad de la reproducción. Lo anterior no ha limitado el que las personas, por lo menos en el mundo occidental, dejen a un lado este tipo de prácticas, por el contrario han aumentado como lo indica, por ejemplo el consumo de productos relacionados con esta práctica sexual y los canales en Internet que se dedican al tema de las parafilias.
Las causas de la paidofilias son motivo aún de debate. Se han propuesto diferentes modelos para tratar de explicarla. Las más populares son la hipótesis del abusador-abusado en la infancia y la hipótesis del traslape entre las conductas parentales y las conductas sexuales. En la hipótesis del abusador-abusado, existe la propuesta de que los niños abusados sexualmente crecen para ser a su vez abusadores. En el terreno de la epidemiología, este tipo de explicación tiene poco apoyo. Sólo el 30 % de los abusadores convictos tienen ese perfil y por otro lado, las mujeres que son abusadas más frecuentemente que los hombres en la infancia, son pocas veces abusadoras sexuales infantiles ellas mismas.
La hipótesis del traslape de los “mapas” sexuales y parentales de los afectos, es más de carácter teórico, y se basa en observaciones como las ya descritas en Inglaterra y en otras sociedades en donde se dan los papeles alternos de cuidados paternos y de esposo coexistentes. Otra hipótesis sostiene que los paidófilos tienen dificultades para tener relaciones sexuales con personas cercanas a su edad, padecen de ansiedad al hacerlo, y que por lo tanto prefieren tener las relaciones sexuales con menores de edad, en donde las relaciones de poder son a favor de los adultos. El temor y el deseo sexual son en general estados incompatibles, por lo que un tipo de práctica paidofílica resuelve en apariencia el problema. Sin embargo, en contra de esta hipótesis está el hecho de que no todos los hombres que son atraídos por niños, lo haces exclusivamente con ellos, de hecho la mayoría de los paidófilos son heterosexuales, casados con una vida sexual activa.
El perfil de abusador infantil.
El abusador infantil, no es el extraño que deambula en el parque andrajazo, con una botella de algo en la mano y con la mirada turbia. El violador de niños ha entrado muchas veces a casa, se le ha estrechado su mano, se ha sentado a la mesa familiar. También ha sentado a la niña de sólo siete años en sus piernas, y enfrente de la familia entera ha puesto su mano por un tiempo exagerado en el área genital de la niña.
El violador sexual, entra y sale de las casas, porque vive en ella o es un visitante frecuente de la misma. Los abusos sexuales a los niños no implicas siempre la penetración, otras formas como las caricias, el manoseo o la manipulación psicológica sutil, para que se desnuden son todos ellos actos de abuso sexual. El abusador es una persona adolescente o adulto, conocida de la víctima: instructor, sacerdote, portero del edificio, persona relacionada a la escuela, al gimnasio, maestro, médico, psicólogo, enfermera. Pueden ser el compañero de la escuela. La razón de que la persona que comete el abuso sea una persona cercana, dificulta mucho la identificación y más la delación de la misma..
Las acciones se pueden dar en diferentes tenores, desde un acercamiento casual, una seducción, y sobornos. Pero también puede llegar a extremos como insultos, golpes y amenazas. El abusador sabe muchas estrategias, y las combina: chantaje (si me denuncias vas a pagarla), puede haber amenazas físicas e insultos, amenazas de lesionar a padres, a hermanos.
El abuso infantil implica un hecho de abuso de poder y confianza. El tipo de abuso difiere entre géneros: los niños varones son golpeados , maltratados, mientras que las niñas son abusadas sexualmente. El 97 % de los abusadores son hombres. El abuso puede ser aislado, es decir de tipo esporádico, o hacerse repetido y constante, esto va a depender de la facilidad con la que el abusador este cerca de la víctima, de la seducción, amenazas, dinero o regalos que este administrando en paralelo. Las amenazas juegan un papel muy relevante. Estas pueden ser directas sobre la víctima: “Si me delatas te mato” o indirectas sobre algún familiar: “Si me acusas tu madre morirá o tus hermanos serán desaparecidos”. El engaño, es otra de las herramientas que emplean los abusadores: “Te acaricio tu colita para sacar los malos espíritus y que el diablo se vaya”; “Este masaje es bueno para que crezca alta y bella, todas las niñas lo reciben, pero no se lo dicen a nadie”.
En el 75 % de los casos el ofensor es conocido por el niño y la familia. En el 40 % de los casos el abuso no fue un hecho aislado sino que se prolongó por un promedio de 7 años. Un elevado porcentaje de las víctimas de abuso sexual, no cuenta nunca lo que les sucedió.
El abuso sexual tiene un patrón característico que va en aumento. En un primer momento solo se presenta como un juego, el segundo paso se caracteriza por caricias sexuales más intensas, exhibicionismo, hasta llegar a alguna forma de penetración. La tercera fase es la del secreto. Este secreto puede ser por parte exclusiva de la víctima, o inclusive de los familiares o personas cercanas que al descubrir el hecho, conminan a la victima a mantenerlo oculto, siempre en secreto. El pensamiento distorsionado subyacente en la familia es: “La gente no va a pensar que te forzaron sino que tú te lo buscaste”
El secreto es el que lleva más frecuentemente a las manifestaciones de ansiedad y trauma psicológico, en los niños, que la comunicación abierta. Las víctimas no comunican “su secreto” por tres tipos de factores:
No van a ser creídos por los padres, es más, las van a castigar por ese tipo de relatos, que atribuyen a una imaginación erotizada.
Van a crear muchos problemas en la familia, todos los cuales van a ser culpa de la víctima.
La amenaza constante del agresor sobre las repercusiones en la víctima, la familia y aún del descrédito de ellas ante la sociedad.
El abusador puede hacer creer a su víctima, que ella fue quien lo provocó a él, por lo tanto es ella la responsable de lo que sucede. Este aspecto lleva a un exceso de culpa
La familia descubre y se confronta con el abuso mediante diferentes caminos: la víctima presenta lesiones, resulta embarazada, cambios conductuales severos. La primera reacción de los padres ante las evidencias referidas, son de negación del abuso, se atribuyen a fantasías. Hay que subrayar que sólo el 2 % de los relatos de abusos y violencia de los niños, se relacionan con fantasías, el resto son situaciones reales y hay que prestar atención de inmediato.
Indicadores de violencia infantil
El cambio súbito de conducta del niño, después que llegó un día más tarde de lo acostumbrado, con desarreglos de ropa y datos de golpes, los cuales se atribuyen a diferentes causas, o que son minimizados por los niños, es el primer aviso de que algo le sucedió al infante. Los indicadores físicos del abuso sexual son: inflamación en áreas genitales, desgarro de ropa interior, sangre en áreas genitales y anales. Los cambios en el comportamiento más frecuentes son: aislamiento, irritabilidad, depresión, ansiedad, problemas en la escuela, posición de autodefensa. Hay baja importante en el apetito, que puede llevarse a extremos de anorexia o bulimia. El sueño fragmentado e intranquilo con pesadillas, en donde tema de la violación o abuso sexual son el patrón característico. Pueden observarse episodios de enuresis nocturna (orinarse). En la higiene personal, hay una obsesión por la limpieza, por la meticulosidad. El niños se baña en exceso porque trata de quitarse la suciedad, se siente sucia, manchada. Esto se complica porque en las niñas con abusos sexuales repetidos, se desarrolla una ambivalencia, por un lado es el hecho de forzar su intimidad, pero después viene la erotización, esto crea una sensación incomprensible: “¿Cómo es posible que esto que hacen conmigo me guste?”
En el área sexual se presentan una serie de actitudes desproporcionadas para la edad de los niños: juegos sexuales con chicos de su edad, en donde incluso puede estar repitiendo lo que les sucede, como una forma de comunicar y de desensibilizarse de las experiencias traumáticas y dolorosas. Hay un aumento en la masturbación y aumento de la curiosidad sexual. Hay que recalcar que estas conductas son compensatorias y están siendo una forma de exploración que el infante utiliza para entender las serie de emociones que se agolpan en su cabeza cuando tiene esas experiencias.
¡¡El abuso sexual se da porque existe un abusador!!.
Esto significa que no son las características de la víctima (provocadora, tímida, de figura atractiva, etcétera) o de la familia (permisivos, tolerantes, con poco cuidado por los hijos), o las circunstancias sociales las que facilitan el crimen, esto retira la culpa de ambos: familia y víctima. Las violaciones y abuso sexual son obra de predadores, seres enfermos, que desconocen en su mayoría la destrucción que dejan a su paso por el mero acto de eyacular.
Una situación aparte es la del incesto, esto es el que un miembro familiar directo de la victima tenga relaciones sexuales con seducción amenazas o violencia. Los padres, hermanos, tíos, abuelos, primos, son las personas que más frecuentemente se ven involucrados en las relaciones incestuosas. Un aspecto fundamental del incesto es la coacción de la niña abusada con el fin de que guarde el secreto. Este hecho, es el que permite que el incesto permanezca oculto.
EL patrón común del incesto en las niñas pocas veces es el de la violencia física. La seducción, el engaño – generalmente se le hace pensar a la víctima que ella es la elegida entre el resto de las mujeres de la familia – el soborno, o chantaje. En las niñas se manejan más aspectos que tienen que ver con los sentimientos, los afectos y el amor. En un caso de incesto, había 4 hijas de diferentes edades, todas habían tenido relaciones sexuales con el padre por una temporada. Él les mencionaba que era normal esta situación, que promovía su desarrollo sexual, que era un secreto que todas las mujeres del mundo guardaban, como el secreto de la menstruación. Sólo hasta que la más pequeña de las hermanas impidió que la tocara su padre e hizo una gran escándalo una noche, fue que el resto de las hermanas se dieron cuenta de que habían permitido, cada una de ellas con su silencio que las otras hermanas fueran molestadas por el padre. En algunas ocasiones lo sabe incluso la madre, quien se vuelve cómplice del esposo, esto es más frecuente que ocurra, cuando el abusador es el padrastro o amante de la madre y por el temor de ser abandonada, permite que abusen de las hijas.
El secreto en el incesto, le genera un gran poder al abusador, puede haber seducción y engaño para que guarde el secreto, pero también amenazas. El incesto puede ser negado por otros miembros de la familia, con la finalidad de no perder la estructura, cohesión y seguridad de la misma. Esto no quiere decir que la familia apruebe el que se cometa el incesto, simplemente no quiere que se haga público, por el descrédito que generará en ellos como familia.
Mitos y leyendas sobre los abusadores infantiles.
La opinión pública en los últimos 10 años ha generado sus conocimientos de los “talk-shows” y de la prensa llamada sensacionalista o amarillista. Esto ha dado como resultado que las concepciones que se tienen de fenómenos sociales como el que describimos sea distorsionado en la mayoría de los casos. A continuación se comentan algunas de los errores más frecuentes respecto a los abusadores.
Los abusadores infantiles son seres marginales con problemas psicológicos serios. Se han reportado que la mayoría de las personas que son detenidas y consignadas por este tipo de delitos presentan un patrón anormal de conducta, el cual está caracterizado por se disléxicos, problemas de ajuste social, privación en la infancia (negligencia o abuso), impulsividad y con frecuencia tienen asociación con alteraciones psiquiátricas que incluyen trastornos de la personalidad, alcoholismo y adicción a otras drogas. Sin embargo, el problema de este tipo de estudios es que la muestra de sujetos de las cuales se obtienen estos datos son solo las personas atrapadas o denunciadas. Si se parte de la base de que una gran mayoría de casos no son denunciados o atrapados legalmente, entonces es muy difícil hacer una generalización del perfil del abusador infantil, solo basándose en los que son condenados por la justicia.
Los abusadores infantiles son víctimas de abusos sexuales o físicos en la infancia. Esto se ha convertido en una especie de axioma, que en la práctica tiene poco apoyo, como ya se ha comentado anteriormente. Cuando se buscan evidencias epidemiológicas de lo anterior realmente tienen poco apoyo, por ejemplo, la afirmación de que los abusadores de niños fueron abusados en la infancia, en por lo menos dos estudios se encontró que los porcentajes de abusadores infantiles que presentaron ellos mismos el mismo patrón en su infancia, no difiere de aquellos que nunca fueron abusados de niños. Otras propuestas que se han estudiado en este sentido es que la edad en que fueron abusados de niños, corresponde a la edad de sus víctimas, o que el tipo de abuso sexual de los criminales es igual al que ellos fueron objeto, todos estos estudios no han dado como resultado una confirmación a la hipótesis de una posible “huella” o “cicatriz” en la infancia del abusador infantil. Esto último es muy importante, porque implica que existen mecanismos de compensación o de “cicatrización” mental, que salva de una especie de determinismo psicológico, en el cual no necesariamente se van a repetir los traumas del pasado, pero ahora en la posición de verdugo. En un meta-análisis Hanson y Slater (1988) estudiaron 18 trabajos con 1 717 ofensores sexuales, la relación entre abuso sexual en la infancia y que repitieran la pauta en la etapa adulta como abusadores no resulto significativa. Finalmente se apunta que las mujeres son con más frecuencia víctimas de abuso sexual en la infancia y el porcentaje de mujeres abusadoras infantiles es verdaderamente bajo.
Otro mito sobre los abusadores infantiles es que su problema se relaciona con la masturbación excesiva (¡No es broma! Es una de las preconcepciones más frecuentes aún hoy día, de que la masturbación es la causa de todos las llamadas “perversiones”). Sin embargo, en estudios controlados con abusadores sexuales detenidos, en donde a un grupo se prohibió la masturbación y a otro grupo se le promovió, se encontró que en los primeros aumento de manera significativa el deseo que realizar un ofensa sexual, en la evaluación de sus fantasías sexuales, mientras que el grupo con masturbación regular, el deseo de realizar delitos sexuales bajó notablemente. Más evidencias al respecto surgieron de una fuente de información no sospechada. Las personas que inician con una enfermedad motora denominada Corea de Huntington tienen una aparición significativa de parafilias. La enfermedad de Huntington, es hereditaria autosómica dominante, en donde unas estructuras cerebrales que regulan los movimientos finos, llamados ganglios basales, y en especial en núcleo caudado se degeneran. En un estudio con 39 pacientes con la enfermedad de Huntington, 32 presentaron alteraciones en su conducta sexual previa. La alteración en la función sexual que se observó en paralelo en estos pacientes fue la inhibición del orgasmo y al ocurrir esto se dispararon las parafilias. Esto sugiere que los hombres que son incapaces de tener orgasmo, o si este se da con dificultad, activa conductas parafílicas.. Otra alteración neurológica en donde también están involucrados los Ganglios Basales es la Enfermedad de Gilles de la Tourette. Los pacientes afectados por esta alteración presentan tics (movimientos repetidos y no controlados en áreas específicas), la emisión de sonidos y de groserías incontrolables. Estas personas tienen una alta frecuencia de parafilias. La conclusión en este punto es que la masturbación es tan saludable en los ofensores sexuales, como lo es en la comunidad en general, además de que se ha reportado que puede ser un factor que disminuya la frecuencia de cáncer de próstata. El hecho de que las parafilias y concretamente la paidofilila se den también como consecuencia de enfermedades neurológicas y psiquiátricas, debe de hacernos más cautos en los juicio condenatorios a este tipo de personas, no todos los paidófilos son “Barba Azul”.
Otro mito con los abusadores infantiles es que tienen niveles altos de testosterona )la hormona sexual masculina producida en los testículos), esto ha llevado a utilizar sustancias que bloquean la acción de esta hormona en ofensores sexuales, sin que se encuentre que existan los resultados esperados. La única estrategia que ha dado resultado en esta área es la castración (retirar testículos), sin embargo una persona castrada aún puede tener relaciones sexuales y esto potencialmente implica que puede volver a delinquir. En estados Unidos de América desde 1996 se ha aceptado una ley para ofensores sexuales que consiste en la castración.
El siguiente mito sostiene que los abusadores sexuales y concretamente los abusadores infantiles no pueden ser rehabilitados o curados. Hay un meta-análisis que revisó 87 estudios en donde se muestra que los tratamientos actuales son efectivos. La principal crítica a los estudios que sostienen que este tipo de sujetos recae, radica en el cómo están definidas las recaídas. El pasar enfrente de una escuela primaria o estar sentados en un parque en donde asisten niños, es definido por algunos estudios como recaída y esto infla mucho las cifras en esta área. Los tratamientos combinados con antidepresivos inhibidores de la recaptura de la serotonina, anti-andrógenos, hormonas feminizantes, y terapia cognitivo conductual han mostrado sólo un 19 % de recaídas.
El gran problema por resolver con los abusadores infantiles es el de la prevención, es decir impedir que inicien o continúen con sus acciones. Los abusadores se dan cuenta en un punto de sus vidas que lo que hacen esta mal, pero no pueden evitarlo, no pueden tampoco acudir por ayuda por temor a las repercusiones legales, la única alternativa es dejarse atrapar, lo cual no siempre es aceptado. Por esta razón algunos grupos anónimos han surgido en algunos países, en donde se trabaja con el modelo de los grupos de auto-ayuda tipo “Alcoholicos Anónimos”. En Estados Unidos de América esta legislado que se debe de reportar por parte de médicos, psicólogos, trabajadoras sociales, enfermeras, consejeros y maestros, la consulta que haga algún paidófilo, por arriba del secreto profesional. Esto lleva a que no se tengan canales adecuados para que una persona con este tipo de parafilia reciba tratamiento. En las prisiones, los paidófilos son tratados mal, inclusive por otros criminales y no existen programas de rehabilitación adecuados. Las estrategias de tratamiento, sin embargo están disponibles, medicamentos, hormonas y terapias de control de impulso, funcionan en un porcentaje importante de pacientes, logrando que estos sean capaces de controlar sus impulsos paidófilos, y con esto limitar el daño a los niños y a ellos mismos.
El problema de paidófilo y de los niños violentados está ahí. Las estrategias persecutorias para unos y rehabilitadores o negadoras para los segundos no ha sido la mejor opción. Hay que enfrentar este tipo de problemas con la prevención y rehabilitación de los aquejados por esta parafilia y de esta manera romper en uno de los puntos la cadena de violencia reciproca en estos seres humanos.
RIO MISTICO (Dir: Clint Eastwood. EUA- 2003)
Las repercusiones que tiene el abuso sexual en los infantes no solo impacta a quien fue objeto de tal violencia, sino también a los amigos que se percibe eternamente, como las víctimas que pudieron ser, en caso de que ello y no su amiguito hubieran sido objeto de la violencia de los pederastas.
La película “Rio mistico), está basada en la novela homóloga del escritor Dennis Lehane, la cual ha recogido bastantes elogio, por la forma como este escritor de 35 años, ha sabido presentar el drama de una comunidad de los barrios bravos de la ciudad de Boston.
En una historia de crímenes y misterios. Tres niños de 13 años, juegan en una de las calles de su barrio: Sean, Dave y Jimmy. Pierden su pelota por una alcantarilla, y este hecho banal, los hace, lideriados por Jimmy, hacer un arto vandálico menor: grabar sus nombres en el cemento fresco del pavimento. El único nombre del cual hay solo dos letras es el de Dave. Dos pederastas adultos, que se hacen pasar por policís, pasan en ese momento y suben al auto sólo a uno de los chicos: Dave. Este es secuestrado y violado por 4 días hasta que logra escapar de sus captores.
Veinticinco años después, Sean Devine (Kevin Bacon), es un detective de homicidios, cuya extraña esposa, se ha separado de él para tener a su hija, y lo llama diariamente sin decir una sola palabra. Jimmy Marcus (Sean Penn), es un excobvicto, que fue a prisión por una asalto a una licoraría y que a pesar de que mantiene una tienda de abarrotes él mismo, sigue vinculado a la mafia del barrio. Finalmente está la “bomba de tiempo” Dave Boyle (Tim Robbins), quien después de escapar de los pederastas, le fue negado cualquier comunicación sobre lo sucedido, y está de manera constante al borde de una escisión.
Una tragedia lleva a los tres hombres a unirse nuevamente. Katy Marcus es encontrada asesinada de un balazo, pero antes la tundieron a golpes. La noche en que fue asesinada, David regreso muy tarde a su casa y esta totalmente manchado de sangre, con heridas en su abdomen y mano. Celeste su esposa (Marcia Gay Harden), lo cura, y escucha la historia de Dave, respecto a un intento de asalto del que fue objeto, en donde mató finalmente a golpes a su asaltante.
Katy es una adolescente de 19 años que planeaba fugarse el fin de semana, con un novio oculto, que resulta ser el hijo mayo de un complica de Jimmy, aquel con el cual asaltaron la licorería, por la que solo él fue a la prisión. Sean Devine, es asignado al caso de la muerte de la hija de su amigo de la infancia. El principal sospechoso es David, situación que es reforzada por la delación de la esposa, que es prima de la esposa de Jimmy.
La película se resuelve de una manera inesperada, y dejando un rastro de víctimas inocentes. La dirección de Clin Eastwood, es también digna de mencionar, con un muy buen ritmo de narración, la película no se centra exclusivamente en el thriller policiaco de la búsqueda de los asesinos, sino en los conflicto de los personajes y de estos para con las personas que les rodean. El desfile del “4 de julio” al final de la película enmarca realmente el río de gente que fluye al parecer con actitudes de gozo y aplausos, pero en cada rostro hay un drama personal del cual los espectadores hemos tenido sólo una probadita.
MATILDA 1996 (Dir. Danny de Vito) – Estados Unidos de América
En esta película se combinan el maltrato por negligencia, y las fantasías que desarrollaría un niño víctima de esas circunstancias. Matilda es la segunda hija del matrimonio de Harry (Danny DeVito) él es un vendedor de autos usados, a los que mal arregla para venderlos a precios muy elevados. La madre (Rhea Perlman) es una jugadora compulsiva. Su hermano es igual al padre. La única diferente en la familia es Matilda (Mara Wilson).
Al nacer, se le llevan a casa y se les olvida la bebé en la parte posterior de la camioneta, ese olvido será emblemático de la cadena de negligencias, que se suceden a lo largo e los primeros años de vida de la niña, que da como resultado el que los padres nunca se percaten de la inteligencia precoz de la niña. Ella aprende a leer sola, a hacer cuentas, a valerse por si misma. A los 6 años asiste a la biblioteca pública e inicia la lectura de cientos de libros. Mientras ella lee, su familia de trogloditas ven en la televisión los típicos programas de concursos y demás otros espectáculos que no motivan en lo mas mínimo a la niña.
Cuando por fin consigue asistir al colegio, se encuentra que la directora Ágata (Tronchatoro, es la versión femenina de un ogro: fuete en mano, fornida casi obesa, insulta, maldice y lanza al aire a los chicos que a su juicio se portan indebidamente. Lo único que vale la pena es la maestra de Matilda, la señorita Honey. Ellas dos desarrollan una buena amistad. La señorita Honey, le confiesa a Matilda, que Tronchatoro es su tía, la cual fue traída a la casa paterna después de que Matilda quedó huérfana de madre.
Tronchatoro es lanzadora de jabalina, martillo y bala. En la casa de la familia de Honey, y que ahora habita en soledad Tronchatoro, Hay muchos recuerdos para la maestra Honey, uno de ellos son la caja chocolates y la muñeca de su infancia. Tratan de recuperar esta última, pero no lo logran ya que regresa súbitamente, Tronchatoro y las persigue por toda la casa sin atraparlas.
Matilda ha desarrollado un poder telecinético, es decir mueve cosas a distancia, que se manifiesta primero cuando la niña está enojada, y luego lo desarrolla en otras condiciones, Este don de telequinecia es lo que permite, primero recuperar la muñeca de la maestra Honey y luego linchar y expulsar a Tronchatoro. Al final, los madres de Matilda la dan en adopción a la maestro Honey , cuando ellos abandonan la ciudad de prisa al ser perseguidos por el FBI y la policía por sus reparaciones fraudulentas a los autos.
La película Matilda, se inscribe en un mundo fantástico, en donde los niños olvidados, son capaces de desarrollar ciertas capacidades mentales o mágicas, que les permiten lidiar cómodamente, con su situación de marginalidad y desesperanza. En ese sentido Matilda en un “bello cuento”, en donde la niña heroína se despide y desprende de todos. El tema es común en otras historietas y leyendas: los niño maltratados, abandonas, y la redención de ellos, sobre todo a través de la magia o de un suceso extraordinario. En “Peter-Pan”, hay un grupo de niños, llamados “Niños Perdidos” , que se cayeron de los carritos de sus nanas o madres y después de 4 días fueron a parar a la tierra de nunca jamás. El ejemplo mas reciente es el de Harry Potter, un niño huérfano de padre, que es recogido por uno tíos y un primo que lo maltratan, pero que finalmente Harry suele superarlos gracias a la magia.
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