Artículo el 1 de Julio del 2009
Hace ocho años que Juan Salom forma parte de la Brigada de Delitos Informáticos de la Guardia Civil. Actualmente es el jefe del Grupo de Delitos Telemáticos del Cuerpo. Aunque reconoció que es un trabajo que «engancha», aseguró que «hay que enfrentarse a tantos problemas que cuesta ver la luz al final de túnel». Ayer participó en la jornada de la Comisión Sectorial sobre Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), que giró en torno a la relación entre universidades y redes sociales, organizada por la Universidad de Cantabria.
-De todos los problemas a los que se ha enfrentado en Internet, ¿cuál es el que más le preocupa?
-El del crecimiento de la pornografía infantil. Lejos de estar cada vez más controlado, va creciendo. Lo más preocupante es que cada vez hay más pedófilos/pederastas. No sólo miran fotos, sino que abusan de los niños.
-¿Dónde está el fallo? ¿No se les persigue lo suficiente?
-En absoluto. No entiendo qué es lo que está pasando. Cada vez son más atrevidos y osados. Utilizan Internet de una manera descarada: convocan concentraciones, difunden todo tipo de imágenes... Defienden su opción sexual como válida. Están creando un nivel de concienciación social importante y te dan todo tipo de argumentos. Se comparan con los homosexuales. Recuerdan cómo no hace tantos años ser homosexual era un delito y que, sin embargo, ahora está bien visto. En Holanda, incluso, han intentado que su práctica sexual se legalice, sin ningún éxito.
-Los usuarios, ¿somos conscientes de los peligros que corremos a través de la red?
-Me temo que no. Hay un estudio de 2007 del Instituto Nacional de Tecnología de la Comunicación que demuestra que el 70% de los ordenadores de los usuarios domésticos están infectados con virus, el llamado 'malware' (unión de malicius y software). La mitad de estos 'malware' tienen fines económicos.
-¿Nos dejamos robar?
-No somos conscientes de que al bajarnos una canción o una película pirata o al abrir un correo basura, lo más probable es que, como regalito, penetre un virus en nuestro ordenador. Éste sustrae toda nuestra información más íntima (edad, sexo, nombre, dirección, trabajo, números de cuentas bancarias, números de tarjetas de crédito...). Todo ello es aprovechado por bandas mafiosas que pueden estar al otro lado del mundo o en los países del Este, por ejemplo. Roban pequeñas cantidades de dinero a muchísima gente.
-Pero se les puede rastrear.
-El problema es que no hay coordinación con las fuerzas de seguridad de otros países. En España se legisla para luchar contra estos delitos, pero luego, ¿para qué sirven estas leyes en EE UU o en Rusia? El dinero está en cuestión de minutos en manos de las mafias. Los instrumentos de coordinación resultan inútiles, ya que tardan meses en ser efectivos.
-¿Y que hay de las redes sociales y de la seguridad de los jóvenes?
-La incidencia de los delitos relacionados con estas redes, como Twenty o Facebock, es prácticamente nula. La persona puede rechazar a la persona que se intente introducir en su perfil. Otra cosa es el messenger. Mientras en las redes sociales lo que importa es la información que se aporta para ser aceptado, en el messenger puedes crear un nick (un seudónimo) inventado, haciéndote pasar por un adolescente. Así, se mantienen conversaciones con menores y obtener información o incluso fotografías. Lo importante es tener informados a nuestros hijos de los peligros de Internet, igual que hacemos con las drogas o el alcohol.
http://www.eldiariomontanes.es/20090701/cantabria/pedofilos-cada-osados-quieren-20090701.html
Hace ocho años que Juan Salom forma parte de la Brigada de Delitos Informáticos de la Guardia Civil. Actualmente es el jefe del Grupo de Delitos Telemáticos del Cuerpo. Aunque reconoció que es un trabajo que «engancha», aseguró que «hay que enfrentarse a tantos problemas que cuesta ver la luz al final de túnel». Ayer participó en la jornada de la Comisión Sectorial sobre Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), que giró en torno a la relación entre universidades y redes sociales, organizada por la Universidad de Cantabria.
-De todos los problemas a los que se ha enfrentado en Internet, ¿cuál es el que más le preocupa?
-El del crecimiento de la pornografía infantil. Lejos de estar cada vez más controlado, va creciendo. Lo más preocupante es que cada vez hay más pedófilos/pederastas. No sólo miran fotos, sino que abusan de los niños.
-¿Dónde está el fallo? ¿No se les persigue lo suficiente?
-En absoluto. No entiendo qué es lo que está pasando. Cada vez son más atrevidos y osados. Utilizan Internet de una manera descarada: convocan concentraciones, difunden todo tipo de imágenes... Defienden su opción sexual como válida. Están creando un nivel de concienciación social importante y te dan todo tipo de argumentos. Se comparan con los homosexuales. Recuerdan cómo no hace tantos años ser homosexual era un delito y que, sin embargo, ahora está bien visto. En Holanda, incluso, han intentado que su práctica sexual se legalice, sin ningún éxito.
-Los usuarios, ¿somos conscientes de los peligros que corremos a través de la red?
-Me temo que no. Hay un estudio de 2007 del Instituto Nacional de Tecnología de la Comunicación que demuestra que el 70% de los ordenadores de los usuarios domésticos están infectados con virus, el llamado 'malware' (unión de malicius y software). La mitad de estos 'malware' tienen fines económicos.
-¿Nos dejamos robar?
-No somos conscientes de que al bajarnos una canción o una película pirata o al abrir un correo basura, lo más probable es que, como regalito, penetre un virus en nuestro ordenador. Éste sustrae toda nuestra información más íntima (edad, sexo, nombre, dirección, trabajo, números de cuentas bancarias, números de tarjetas de crédito...). Todo ello es aprovechado por bandas mafiosas que pueden estar al otro lado del mundo o en los países del Este, por ejemplo. Roban pequeñas cantidades de dinero a muchísima gente.
-Pero se les puede rastrear.
-El problema es que no hay coordinación con las fuerzas de seguridad de otros países. En España se legisla para luchar contra estos delitos, pero luego, ¿para qué sirven estas leyes en EE UU o en Rusia? El dinero está en cuestión de minutos en manos de las mafias. Los instrumentos de coordinación resultan inútiles, ya que tardan meses en ser efectivos.
-¿Y que hay de las redes sociales y de la seguridad de los jóvenes?
-La incidencia de los delitos relacionados con estas redes, como Twenty o Facebock, es prácticamente nula. La persona puede rechazar a la persona que se intente introducir en su perfil. Otra cosa es el messenger. Mientras en las redes sociales lo que importa es la información que se aporta para ser aceptado, en el messenger puedes crear un nick (un seudónimo) inventado, haciéndote pasar por un adolescente. Así, se mantienen conversaciones con menores y obtener información o incluso fotografías. Lo importante es tener informados a nuestros hijos de los peligros de Internet, igual que hacemos con las drogas o el alcohol.
http://www.eldiariomontanes.es/20090701/cantabria/pedofilos-cada-osados-quieren-20090701.html
no tiendo como pueden seguir muchos sueltos, deben poner mas medios para detenerlos.
ResponderEliminarfelicidades por tu trabajo, impresionado por el blog - Carlos.