lunes, 29 de septiembre de 2008

ARTICULO: Pornografía Infantil (de Ivan García)

COMENTARIO: Un interesante artículo, referente al turismo sexual infantil y también al origen de una parte de la pornografía infantil que se puede encontrar.
Por Iván García.
La prensa mundial dedica amplio espacio a la plaga pedofílica que ha caído sobre la infancia. Los datos de la UNICEF no por repetidos dejan de ser espeluznantes: en Asia, más de un millón de niños se prostituyen; 300 mil en Estados Unidos; y en Brasil, los meninos de la rúa pasan de 100 mil. En Centroamérica, el 47 por ciento de las prostitutas infantiles son víctimas de abusos y violaciones en sus propias familias, y solamente en Colombia, Venezuela, República Dominicana y Haití, más de 325 mil menores venden su cuerpo.
Es una vergüenza para la humanidad que a las puertas del Siglo 21 exista la industria pornográfica infantil. Y lo peor, es que se encuentra en expansión. Cuba no es ajena a estos males. Las principales publicaciones nacionales han realizado reportajes sobre la situación de la niñez en la isla, pero hacen hincapié en que la mayor parte de los pequeños se dedican a asediar a los turistas, pidiéndoles dinero y souvernirs con la anuencia de los padres. Apenas se habla de la prostitución y la pornografía infantil. Pero existe.Super secretas son las estadísticas oficiales sobre el tema. Se calcula en unos 5 mil los menores de 16 años que ejercer el viejo oficio en Cuba. No es una cifra demasiada alejada de la realidad. A los doce años, como promedio, la más joven generación empieza a practicar la prostitución o su variante criolla, el jineterismo, término que literalmente significa "cabalgar" sobre los extranjeros. En los últimos años se ha puesto de moda que adolescentes de los dos sexos comiencen a "jinetear", a prostituirse, dado el incremento del turismo en todo el país. Muchos de los visitantes no vienen a ver los logros de la revolución. Llegan en busca de placer en mulatas y mulatos, jóvenes, adolescentes, y niños de uno y otro sexo.Un ejemplo es Héctor, 20 años, atractivo como su homólogo de la Ilíada de Homero. Una noche, un mexicano pasado de tragos, lo confundió con una chica. "Tenía 13 años y compartía con mis amigos en el muro del Malecón cuando un empresario que negocia con Cuba, se enamoró de mi". Al día siguiente lo invitó a la playa, le hizo varios regalos y le dio dinero. Se pasó varias semanas con él, recorriendo otras provincias. Hoteles, autos, comodidades y lujos hasta entonces desconocidos.Héctor confiesa que la necesidad fue el talón de Aquiles para convertirlo en homosexual. Esa condición sus familiares no la aprueban, pero la aceptan, por lo mucho que Héctor les resuelve. Hace tres años se fue a vivir a México. "Era extremadamente celoso. Me golpeaba, no me dejaba salir solo a la calle, no quiso que continuara estudiando. Entonces, Héctor se enamoró de un amigo del empresario, que fue quien le pagó el pasaje de regreso a La Habana. Su otro novio mexicano viaja todos los meses a Cuba, esperando a que su amigo olvide lo ocurrido, para llevárselo con él a tierras aztecas.
Dos niñas prostitutas en Brasil, retratadas por Kim Manresa (Barcelona, 1961).
Según Héctor, la prostitución infantil masculina está a la orden del día, sobre todo en La Habana. Los más adictos son los mexicanos, alemanes y españoles. Uno de los sitios que se ha cogido como lugar de encuentro es la Escalinata de la Universidad. "Mira, allí van los iniciantes, niños entre 11 y 13 años, que por un dolar o unas baratijas se dejan toquetear o practican el sexo oral". Recientemente, se han descubierto domicilios de particulares que alquilaban habitaciones a extranjeros sin saber (en algunos casos y en otros sabiendo) su utilización para la perversión de menores, y que incluían sesiones de fotos y videos para preparar pornografía infantil y venderla en otras naciones.¿Por que los niños? Héctor no sabe exactamente la respuesta, pero piensa que es porque con los niños hay menos riesgos de contraer el sida.
(Publicado el 5 de noviembre de 1997 en Cubafreepress)
























Dos niñas prostitutas en Brasil, retratadas por Kim Manresa (Barcelona, 1961).




1 comentario:

  1. Leyendo el blog en general, me he tenido que parar en un punto.

    La historia del tal Héctor me parece un poco... ¿absurda? Evidencia lo poco que se sabe de los conceptos sexuales, a pesar de que no son muy difíciles tampoco:

    1) Nadie se "vuelve" homosexual por dinero, lo es o no lo es. Otra cosa es que uno pueda tener prácticas homosexuales por dinero, pero es otra cosa.

    2) Si el mexicano le confundió con una chica a los 13 años... ¿Cómo es que pasa luego semanas y semana con él al descubrir que es un chico?

    3) Se lo lleva a México y viven juntos. Es que la familia, compañeros de trabajo y demás del mexicano, ¿saben que le gustan los niñOs? Conociendo la homofobia que hay en ese país, me extraña.

    4) Después otro amigo del mexicano se enamora de él también, y le ayuda a volver a Cuba. Qué casualidad.

    La historia es bastante increíble tal y como está contada.

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