Noticia del 7 de Junio del 2008
COMENTARIO: La sentencia lo dice todo: cuatro años, y no es un webmaster que tiene su web y que vende el material, ni participa en foro de un grupo organizado...
La Audiencia de Sevilla ha condenado a cuatro años de cárcel a un hombre que almacenaba en su ordenador más de 3.100 imágenes de pornografía infantil y 157 vídeos, que compartía con otros usuarios de Internet. La sentencia explica que el condenado, de 32 años, fue descubierto cuando llevó su ordenador portátil a reparar y el técnico, al realizar comprobaciones de funcionamiento, escogió al azar diversos archivos y comprobó su contenido, por lo que avisó a la policía.
La sentencia rechaza la nulidad solicitada por la defensa por la supuesta vulneración a su derecho de intimidad, porque la policía registró el ordenador sin autorización judicial ni del interesado. El técnico preguntó al acusado si su ordenador tenía contraseña y éste respondió que no, por lo que, recoge la sentencia, no estableció "limitación alguna en el uso del ordenador y el acceso a los ficheros que almacenaba".
Además, al compartir sus contenidos, el acusado multiplicó el efecto de distribución, exhibición y difusión, castigado por el Código Penal, "siendo un eslabón más dentro de la cadena de actos del ciclo de la explotación del material pornográfico". El condenado alegó en su defensa que desconocía la gravedad de lo que hacía y ni siquiera se preocupó de borrar los archivos que le comprometían penalmente.
La sentencia rechaza la nulidad solicitada por la defensa por la supuesta vulneración a su derecho de intimidad, porque la policía registró el ordenador sin autorización judicial ni del interesado. El técnico preguntó al acusado si su ordenador tenía contraseña y éste respondió que no, por lo que, recoge la sentencia, no estableció "limitación alguna en el uso del ordenador y el acceso a los ficheros que almacenaba".
Además, al compartir sus contenidos, el acusado multiplicó el efecto de distribución, exhibición y difusión, castigado por el Código Penal, "siendo un eslabón más dentro de la cadena de actos del ciclo de la explotación del material pornográfico". El condenado alegó en su defensa que desconocía la gravedad de lo que hacía y ni siquiera se preocupó de borrar los archivos que le comprometían penalmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario