COMENTARIO: La pedofilia en Internet es un problema, y cada vez se van a poner más recursos para paliar este tema. Esto significa que subiran las detenciones, los procedimientos de búsquedas, los ámbitos dentro de los cuales se realizan las búsquedas... ¿Te vas a arriesgar de ser el próximo?
Las últimas operaciones contra la pornografía infantil desarrolladas en España, con cerca de un centenar de detenciones en poco más de un mes, ha puesto de relieve el trabajo de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía (BIT), integrada por 40 agentes. De ellos, 12 se dedican a investigar los cerca de 30.000 avisos anuales que los internautas hacen llegar por correo electrónico o teléfono. Normalmente, los usuarios descubren de forma casual material pedófilo escondido en archivos que nada tienen que ver con la realidad. Así, detrás de un curso de guitarra eléctrica, decoración de interiores o de películas de animación como «Los autos locos» se esconden imágenes de abusos a menores. En ese momento comienza a trabajar la maquinaria de la BIT y en un plazo de unos cinco meses pueden llegar a cerrar una operación como la que esta semana ha acabado con 41 detenciones en 30 provincias. Reconocidos en Europa El trabajo de este equipo ha recibido en más de una ocasión el reconocimiento de las policías de nuestros socios europeos, a pesar de que trabajan en unas condiciones muchos peores que las del resto países de la UE. En España, a los 12 agentes de la Policía Nacional apenas se suman otros 15 de la Guardia Civil. Por ello, según explica Enrique Rodríguez, inspector jefe de la BIT, «sólo tenemos tiempo para trabajar con las denuncias que nos ponen los internautas y eso que no investigamos las páginas que hacen apología de la pederastia, los foros, ni las que tienen relatos o dibujos pedófilos». Según Rodríguez, «en países como Francia, Alemania o Reino Unido existen equipos que como mínimo tienen 200 personas dedicadas a perseguir la pornografía». Como ejemplo, Rodríguez habla de Gran Bretaña, «que tiene un gran presupuesto anual -ronda los 2.000 millones de euros- para investigar, hacer estudios y poner en marcha programas informáticos». Otro de los casos citados fue el de Francia, «donde sólo en París tienen a 90 policías investigando estos delitos». Sin embargo, «nosotros somos 12 y no damos abasto. Para poder estar al nivel de Europa tendríamos que ser un mínimo de 100 en la brigada», lamenta. A pesar de todo, el equipo intenta estar al día en lo que respecta a las novedades tecnológicas. «Cada cuatro meses nos reunimos con nuestros compañeros europeos, con Europol e Interpol y hacemos cursos de reciclaje para estar al día. Además, ahora estamos ayudando a muchos países de Latinoamérica, donde están empezando a combatir la pedofilia. Lo más curioso es que, aunque parezca mentira, la mayor barrera es el idioma porque hay que unificar el vocabulario. No el lo mismo arrancar el ordenador en España que en Venezuela», agregó. El Inspector Jefe dijo que el de «Nanysex» ha sido «una de las investigaciones más duras que hemos tenido que hacer. La crudeza de las imágenes nos afectó personalmente y había días en los que ni siquiera hablábamos entre nosotros». A pesar de esto, los agentes no han necesitado nunca de ayuda psicológica porque «no hay nada que no se te pase con cuatro días libres». Y es que es un trabajo del que cuesta desconectar: «Muchas veces, cuando estás de vacaciones en la playa y ves a un hombre que no para de mirar a un niño y se acerca, te quedas mirando a ver qué pasa. Es inevitable».
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